En agradecimiento a Joseph Conrad
Pasamos varios años de angustiosas frustraciones hasta que, revisando nuevamente las imágenes del LANDSAT -V, pudimos ubicar el sitio preciso: una escotadura al sur del cerro Crestón, sobre la sierra de Metán. Lugar abrupto, boscoso, de muy difÃcil acceso, ubicado cerca del escarpe de falla que muestra desde lejos las calizas amarillas de la formación Yacoraite.
CorrÃa el año 2020 y los bonos de carbono protegÃan con tanto rigor a la yunga salteña que resultó imposible implementar el operativo con los rescatistas de siempre; el Juzgado Ambiental autorizó nada más âla entrada de un baqueano provisto de hacha y machete para confirmar la presunciónâ. Por suerte para todos los que buscábamos, logramos dar con Arjona en la feria de Sumalao.
Arjona habÃa cumplido su promesa de volver. VolvÃa desde la espuma verdosa del rÃo Juramento, como hijo pródigo de la vidala del nombrador.
Sus certeros y cadenciosos golpes de hacha tardaron diez dÃas para llegar.
Hacia el mediodÃa del 4 de agosto encontró el primer indicio.
Desató su ollita tiznada y se puso a comer. De a ratos, levantaba la vista y miraba una y otra vez al objeto, tan extrañoâ¦un bulto encajado en la horquetaâ¦y con esos reflejos plateadosâ¦
 ¿ porqué no? -pensó para sÃ-
â¦los arreos de Felipe Varela eran catorceâ¦
â¦para mÃ, uno solo me darÃa bastoâ¦
El enorme guayacán se derrumbó a las tres, encima de su propia sombra, en un remolino fragoroso de polvo y hojas y ramas. Jadeante y sudoroso, Arjona esperó tranquilamente hasta que el viento tórrido de la tarde dispersara el alma dolida del gigante.
Tomó con decisión su jalón anaranjado de pedir lÃnea y caminó lentamente, con equilibrio, sobre el tronco caÃdo;â¦. comenzó a hurguetear con prudencia -nunca se sabe- sobre el bulto que despertaba su modesta codicia de pobreâ¦. no, no habÃa  platerÃa salteña,⦠tampoco estaba el cáliz milagroso de la capillita de Esteco, ni el rosario esmeraldino de doña Machaca G⦠sonaba a metal , â¦era metal â¦solo que una masa informe, retorcida, â¦Â¿Â será esto lo que andamos buscando ? se preguntó una y otra vezâ¦
Desde el fondo de su desencanto escuchó las voces tutoriales de sus legendarios padrinos: don Jaime y el Cuchiâ¦âDale changoâ¦te tocó una difÃcilâ¦para eso, ahora sos    nombrador, vas a tener que buscarlo por lo más hondo nomásâ¦â
No tuvo más remedio que sentarse muy tranquilo y armar su cigarrito especial, con las picaduras tiernas de Nicotiana Tabacum que le habÃa regalado su compadre Emilito Viñuales de Chicoana⦠con la tercer pitada comenzó a internarse trabajosamente en el akasa de su querido monte altoâ¦.veÃa como un puntito que daba vueltas y vueltas ( como en los viejos videos youtube)â¦y , cuando se le terminó de acomodar el litio en la cabezaâ¦comenzó la inevitable lucha, tremenda y dolorosa, para penetrar el corazón de las tinieblas,  el real de las cosas⦠Arjona sintió que esta vez sÃ, se morÃa en serio y para siempreâ¦hasta que, súbitamenteâ¦
El pequeño avión bramaba como cien motosierras al unÃsonoâ¦
- ¡Vamos, Arjona,â¦todavÃa!! le gritó el rubio piloto desconocidoâ¦
-   levante Jefeâ¦Â¡levante todo lo que pueda!â¦después de pasar nos tiramos en la pista de Ampascachiâ¦Â     Â
Acababan de sobrevolar la cinta plateada del Juramento, cuando los jirones blancos comenzaron a cercarlosâ¦, segundos más y el piloto sintió el frenazo contra el nubarrón gris, -como cuando, en el rugby, lo agarraban de la camiseta-â¦luego, un primer chicotazo le advirtió la proximidad del monteâ¦
La sensación fue como entrar por el caño de una ametralladora en acción â¦
-globalizando- â¦muy parecida a la que sintiera Iriko Ozawa cuando se estrellaba sobre las baterÃas centelleantes del ENTERPRISE , en la batalla por las islas Midwayâ¦.
Al dÃa siguiente, Arjona tuvo que subir nuevamente, seguido esta vez por los rudos hombres verdes de la GendarmerÃa Nacional.
-â¦dÃgame la verdad , Arjona, Ud. que parece un hombre cabal.. ¿qué pasó?...¿se acabó la gasolina?... ¡mire!..un poco más y pasabanâ¦.
-Nóâ¦.no mi sargentoâ¦se nos acabó el tiempo nomás, no nos quedó otra que meternos de lleno por los vericuetos de la eternidadâ¦
   Nunca pudimos saber si Arjona regresó a su rancho en Torzalito, ó si -enfermo de realidad- decidió sumirse -de nuevo otra vez- en la espuma azul y blanca del rÃo Juramento.
Octubre de 2009
- litio: tercer elemento en la tabla de Mendelejeff
- akasa: registro virtual de todos los acontecimientos
ENTERPRISE: nave insigne de la flota americana
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