La suspensión de las exportaciones de carnes dispuesta por el gobierno nacional es la punta del ovillo de esta entrevista en la radio con el diputado Pedro Segura, también empresario supermercadista, quien asimismo respondió a varias preguntas sobre la historia de nunca acabar de la carestía y del trabajo en negro en Jujuy. La derrota de los salarios frente al costo de vida es un “problema psicológico más que real”, aseguró.

-¿Qué opina de la suspensión de las exportaciones de carne?
-Creo que la medida del presidente Kirchner fue demasiado apurada, había otras para tomar antes de la suspensión de exportaciones, es una medida muy delicada, golpea muchísimo no sólo al frigorífico y a los productores sino que perjudica la seriedad que tenemos que tener con el comercio exterior; allí todo es continuidad y seriedad y, lamentablemente, si uno toma una medida como esta por 180 días el tema es complicado ya que, teóricamente, hay que empezar a incumplir los contratos.

-Una parte de los contratos, porque lo que tiene valor agregado....
-No. Lo que pasa es que no se suspendió prácticamente nada si lo ves bien al tema porque el decreto es un poco mentiroso, ya que los contratos que se firman para exportación normalmente tienen 180 días de anticipación y lo tenés que respetar porque si no entrás en juicios internacionales, igual que por las cartas de crédito que estén abiertas. Lo que creo que puede pasar es que sea una medida de shock muy importante y va a permitir que se tome conciencia de lo que quiere el gobierno nacional, que lo que quiere evidentemente es que haya especulación, creo que por ese lado es bueno.  Ahora, por el lado de la medida en sí, creo que es muy fuerte. Por ejemplo, doy un caso puntual: si el gobierno quiere bajar el precio de la carne no hace falta, inclusive, tomar medidas como estas...

-¿Qué tendría que hacer?
-Pongo un ejemplo, hay tres grandes empresas que manejan el cuero en la Argentina. Todo lo que queda en el frigorífico, cuero, menudencias, astas, se llama recupero. El cuero tiene casi un 50 por ciento de retenciones, si se bajan las retenciones al cuero y se permite que se maneje a precio normal, bajaría inmediatamente el precio de la carne. El recupero hoy en frigorífico anda en 40 o 42 centavos y si liberás el precio del cuero, el recupero se puede ir inmediatamente a 70 u 80 centavos. Eso significa que automáticamente la carne puede bajar un 15 por ciento.

-Cuando decís eso pienso en la gente que trabajaba en la industria de la marroquinería que en la Argentina fue liquidada. ¿Cómo incidiría en esa industria, incipiente de nuevo,  bajar la retención a los cueros?
-Son productos que no tienen gran incidencia. La zapatería, la marroquinería no pesan en la canasta básica. Lo que se busca es tener la canasta básica pautada, este tema famoso de las listas de precios que estamos viendo ahora. En eso no tiene que incidir si aumenta un zapato o una cartera de mujer, aparte son cosas que las podés comprar o no. Pero este caso puntual, hablando con un amigo que hace faena en Santa Fe (que tiene cinco frigoríficos de los cuales cuatro son para el mercado europeo) y tiene cuatro mil empleados, cuyos trabajos peligran con las actuales medidas, ¿es eso un problema social o no? Con este amigo hablábamos del tema del recupero del cuero porque si tenés la posibilidad de liberar eso, y acá estamos hablando de sólo tres empresas que manejan el negocio, una de las cuales siempre ha sido innombrable: la de los Yoma; con eso la carne bajaría automáticamente y rápido porque el recupero incidiría inmediatamente. Otro dato que se tomó como medida, que no es mala pero creo que habría que haberla tomado en forma paulatina, es esta ley que salió que no se pueden faenar animales que tengan menos de 300 kilos. Además tiene que haber líneas de fomento para la ganadería si queremos que el país siga teniendo carne para todos y para exportar. Si querés que crezca la ganadería tiene que haber inversión. Hoy, con la demanda que  de afuera, se mata la vaca, el novillito, se carnea todo. Si se incentivara se retendrían más vientres, lo que significa empezar hoy y terminar dentro de tres o cuatro años; tenés que esperar dos años para poder cruzar a la vaca, que tenga el ternero y el ternero tiene 18 meses para el engorde y venta. O sea que es un proceso a largo plazo en el que no son válidos ni una medida de 180 días ni una pauta de precios.

-Me pongo en el lugar de Kirchner, en este país donde pasan los años y los años, y los que están peor siempre están peor y son cada vez  más. El senador Morales (ver en esta misma edición) dice que el problema ahora ya no es bajar los precios sino que suban los salarios pero vemos que cuando se aumentan, los precios se disparan.
-Creo que eso es más psicológico que real. El año pasado tuvimos una inflación del 12 por ciento, según el INDEC, por lo que no es tan así que al aumentar los salarios automáticamente subieron los precios, ya que en los últimos dos años aumentaron, en el caso del rubro de comercio, más de un 120 por ciento. Quiere decir que la incidencia no es directa. Es cierto que también incide. Vos para vender algún producto, hacés un costeo, que tiene una partecita que es el salario, o sea que algo incide también. Peor la realidad no es que si aumentás los salarios, seguro subirán los precios.

-Por otra parte, está toda la gente que gana tan poco porque trabaja en negro o los desocupados...
-Te pongo un caso puntual: los famosos acuerdos de precios; es una medida que tiene que ser para un período determinado y no para el largo plazo. Por ejemplo, pautás un artículo que tenemos en la zona, como el azúcar  y el precio que ha pautado el ingenio para el cierre de precios en Buenos Aires es 88 centavos y resulta que hoy estamos comprando azúcar a 82. Entonces, ¿para qué sirve el acuerdo?, sólo para hacer un colchón y el azúcar irá subiendo en la medida que el ingenio vaya aumentando. Es lo mismo cuando hablamos del dólar, tocó cuatro pesos y todos los precios que pusieron se acomodaron valor dólar y ahora está a tres pesos y estuvo a menos, y nadie bajó. Para mí es un problema que hay que empezar a analizar desde las bases. ¿Dónde están las bases?, en la industria. Siempre digo que la faz comercial no es la que arma el precio, lo único que hace es: compro a 10, gano un 10 por ciento y vendo a 11. Si me suben a 10, 50, vuelvo a marcar un 10 por ciento, pero hay una realidad. Vos tenés tu margen de utilidad para poder sostener la estructura de la empresa. Nosotros, como supermercadistas y comerciantes, no somos formadores de precio bajo ningún concepto.

-Una oyente dice que los sueldos deben subir y los precios bajar. Pero, ¿cómo se hace?
-El gobierno debe trabajar fuertemente en todo lo que es tanto comercio como trabajo ilegal por que las empresas que cumplen todas las reglas habidas y por haber, hoy están pagando un sueldo de 900 pesos al empleado de comercio y la gran mayoría del que trabaja en negro, está cobrando 350, con el agregado que la empresa que está en blanco tiene un gran problema porque sobre los sueldos hay casi un 60 por ciento de aportes y leyes sociales y el trabajo en negro tiene aporte cero.

-Hace años que escucho hablar del comercio ilegal, buena parte del cual, como bien sabemos, tiene que ver con tres o cuatro capitalistas que traen grandes cantidades de mercaderías y le pagan 7, 8 o 10 pesos por día al tipo que está todo el día en el carrito o en la feria. Sos diputado, ¿por qué no encaran el tema de una vez?
-El problema en Jujuy es grave y creo que en gran parte es por la gran cantidad de gente de Bolivia que viene, se radica acá y algo tiene que hacer. Pero fijate el tema en Buenos Aires, Rosario, Córdoba es lo mismo, pero con los chinos. El tema está y no es  problema de los diputados, es del gobierno que tiene todos los instrumentos habidos y por haber para actuar. Tiene el Ministerio de Trabajo para salir a inspeccionar, puede clausurar negocios que estén trabajando en negro, a su vez, cuando tenés una empresa donde estás pagando sueldos en negro, significa que estás vendiendo en negro para poder generar la plata y pagarle a ellos y está la AFIP para hacer todo ese trabajo. Lo que tiene que haber es una concreta decisión del gobierno nacional y provincial de empezar a trabajar fuertemente en esta cuestión para mejorar todo el esquema.

Hay que ir orejeando...
-¿Cómo te sentís posicionado hoy políticamente frente al Ejecutivo provincial?
-Primero quiero aclarar que, como línea interna del PJ, tenemos cinco diputados en la Legislatura. Cuando fueron las elecciones, se hablaban muchas cosas, por ejemplo se decía que nos íbamos a ir del bloque, y nada que ver. Estamos y seguiremos adentro. Hemos charlado mucho con el resto de los diputados y todos saben que como línea interna salimos a trabajar, nos mojamos los pantalones, caminamos e hicimos todo lo posible  para que se ganaran las elecciones como se las ganó. Estuvimos muy pegados al gobernador. El nos pidió que saliéramos al interior, a pesar de que nosotros contamos con una fuerte incidencia en Capital por el grupo de concejales que estaba trabajando con nosotros. Considero que soy parte del equipo que está trabajando codo a codo con el gobierno para poder organizar muchas cosas que hacen falta.

-Tengo la sensación de que la dirigencia política, con o sin representación parlamentaria, está concentrada como los jugadores de fútbol viendo cómo y cuándo se van a mover en relación a la Reforma de la Constitución. ¿Vos qué pensás?
-Creo que la reforma no es tan sólo la reelección, lo que pasa es que el tema más candente es el de la reelección de nuestro gobernador. Lo que digo es que el proyecto se lanzó en el mes de febrero, se habló mucho de nuevo de la reforma y hoy entramos otra vez en una meseta. El tema para mí, vos sabés que yo todavía no soy muy político, tiene que pasar fundamentalmente por una reunión que el gobernador está gestando. Si hay algo que no se le puede discutir al doctor Fellner es que maneja muy bien los tiempos, él está evaluando su tiempo y está gestando esta reunión que se suspendió por las inundaciones de Ledesma y otros temas nacionales y locales. El dará los lineamientos y el que quiera podrá opinar y de ahí tendremos que salir a trabajar todos de acuerdo al lineamiento que el Partido Peronista resuelva con todos los sectores internos. Creo sí, que la reforma y la reelección de Fellner tienen que analizarse y tratarse en los próximos 30 o 40 días. Después hay que trabajar y encolumnarse todo el mundo, en la medida en que se esté de acuerdo, para que el tema se resuelva porque los tiempos también van apurando. La Legislatura tiene que llamar a sesión, buscar la aprobación, después convocar a la Asamblea Constituyente y todo tiene sus plazos, y considerar que las elecciones presidenciales se está hablando que serían  por el mes de marzo del año que viene, o sea que los tiempos se van acortando.

-Gente del interbloque opositor manifestó que cuentan con ustedes, o algunos de los cinco diputados,  para evitar la Constituyente.
-Nosotros hemos mostrado con certeza que nos movemos y siempre lo hacemos juntos. No conozco de ninguna reunión de este tipo y ninguno tomará una decisión sin que la hablemos. Lo que pasa es que en política se habla mucho. También se decía que el proyecto de la reforma que se largó allá por febrero era porque ya estaba todo arreglado con los radicales y, aparentemente, por todo lo que uno fue viendo que pasaba, creo que dieron señales de que el arreglo no era tal, de ninguna manera. Creo que éste es un tema que, como diría un jugador de truco, hay que ir orejéandolo permanentemente. Vamos a estar viendo lo que pasa y qué se va resolviendo.