Desde la mirada del Peronismo, el secretario general de la Gobernación, Julio FrÃas, analiza el golpe militar de marzo del â76. Como funcionario de la Legislatura en aquella época, vivió muy de cerca el derrocamiento de Carlos Snopek y la puesta en marcha del aparato represivo que condujo a la muerte, desaparición y detención de muchos hombres y mujeres del PJ, de otros partidos, trabajadores sociales, gremialistas, etc.. La situación de la democracia hoy, con su gran deuda de exclusión social y esa cara âcaóticaâ que despierta en muchos nostalgias por el autoritarismo, fueron parte de los temas desglosados en la radio con el influyente miembro del gabinete fellnerista, que, de paso, defendió con convicción los hechos y la dinámica oficial.    Â
-¿Dónde estabas el 24 de marzo de 1976?
-El 24 de marzo de hace treinta años era realmente un dÃa otoñal, frÃo acá en Jujuy, no puedo olvidarme de eso. En esa época tenia 29 o 30 años y era secretario general parlamentario de la Legislatura, asà se llamaba el cargo en esa época. Hace un rato lo escuchaba al doctor Nieva diciendo que se sabÃa del golpe de estado, que se lo anticipaba; es cierto; de que los diputados recogieron sus cosas porque sabÃan que el golpe llegaba, también es cierto. En lo que se equivocó o se olvidó es que no habÃa ningún diputado radical; eran todos legisladores del PJ y del MPJ. Esa triste mañana podrÃa haber sido cualquier dÃa. Nosotros estábamos más o menos informados de lo que sucedÃa en Buenos Aires porque quien trabajaba muy cerca del Gobierno central era José Humberto Martiarena, que era senador y secretario general del PJ nacional y, por supuesto tenÃa precisiones de lo que iba pasando y de lo que se avecinaba por aquellas épocas. SabÃamos que en cualquier momento iba a haber golpe de estado, cada vez se deterioraba más el gobierno de Isabel; que en los últimos tiempos prácticamente ya no manejaba nada. Esa era la realidad. Creo que los peronistas cometimos muchos errores pero no nos reunÃamos a llevar el golpe adelante en casas particulares, entre bambalinas, solapadamente, como algunos otros dirigentes polÃticos que hoy se golpean el pecho proclamando lo democráticos que son. Recuerdo muy bien haber llegado a la Legislatura a las 8 de la mañana, después de una fuerte discusión con mi mujer sobre si debÃa ir o no, y ser recibido con un fusil en la cabeza, como si fuera un delincuente. Y eso no le pasó al doctor Nieva, quien entró a la Municipalidad en forma inmediata al golpe, junto con sus correligionarios Pilo Campos, Meyer, Lalo Carrillo. O sea no pueden negar que en los primeros momentos colaboraron. Tal vez no conocÃan las consecuencias posteriores, porque si hubieran sabido algo de lo que se venÃa, realmente hubiera sido imperdonable. Creo sinceramente que no conocÃan, pero también, como Nieva habla de cristianismo, debe hacer un profundo examen de conciencia y pensar que se peca por acción y se peca por omisión. Cuando uno tiene la oportunidad de hacer algo y no hace nada, entonces peca por omisión. Nieva habló sobre que recorrió las cárceles abogando, entre otros, por el doctor Aredes, lo cual no voy a discutir, pero se olvida que los peronistas sufrimos cárceles también. Ãl no abogó por Guillermito Snopek preso, por Cabana preso, por Julio Moisés preso, por ninguno de nosotros presos y fuimos muchos, realmente. Abogó por quien a él le interesaba, pero debió haberlo hecho por todos porque nosotros no tenÃamos la oportunidad; el que no estaba en la cárcel, estaba detenido en su domicilio o yéndose a otros lugares, escondiéndose. Cuando salà yo no podÃa ejercer mi profesión; me la cuestionaron, estuve cuatro meses sin poder trabajar, tenÃa una hija recién nacida. O sea pasé por momentos realmente graves. HabÃa una desinformación terrible; tanto es asà que dos años después -en un viaje que hice por otras razones fuera del paÃs- me encontré con amigos exiliados en México y en Estados Unidos, que me empezaron a contar cosas que erizaban la piel y de las que nosotros acá no sabÃamos nada. Todo esto hizo que uno adoptara una posición crÃtica, oponernos desde donde podÃamos; es decir, no colaborar jamás con un gobierno como aquél y tratar obviamente que las personas que estaban más comprometidas pudieran obtener su libertad. Asà fue ocurriendo con muchos de ellos, algunos estuvieron más tiempo detenidos, otros menos. Pero de lo que sà se olvidó Nieva, cuando habló de polÃtica y nos criticó tanto a los peronistas, es de que nosotros fuimos total y absolutamente proscriptos. No niego que la UCR, sufrió lo suyo: el golpe del 30, el golpe contra Illia; hasta el golpe contra Frondizi (que de allà venÃa finalmente). Pero nunca estuvieron proscriptos. Nosotros sÃ. Los que tenemos memoria, los que tenemos 60 años, nos acordamos de todas estas cosas. DecÃa bien Prospero Nieva, a él lo llamaban a la PolicÃa Federal, lo que fue asÃ, pero a mÃ, por ejemplo, no me dejaban salir de la ciudad. Me llamaban por teléfono, si estaba, si cumplÃa, tenÃa que llamarlo al tristemente famoso comisario Haig, -que Dios me perdone pero que gracias a Dios está muerto- para pedirle permiso para moverme. Perdimos amigos, mataron a amigos nuestros acá en Jujuy. Dumbo Turk fue compañero mÃo en el colegio, José Carlos Coronel fue un gran amigo y compañero, también asesinado; su mujer, Cristina Bustos, lo mismo, hasta fuimos novios mucho antes. Y tantas cosas terribles que pasaron. O sea que el sufrimiento fue mucho, en carne propia y recordar ratifica el compromiso de defender y mantener, a pesar de sus falencias, a la democracia.
-El golpe del â76 fue el peor de la Argentina en cuanto a sus consecuencias. Hoy con esta confusa y complicada democracia que tenemos, da la impresión que hay una falta de elaboración de contenidos que hace que nos sigamos desencontrando tanto...
-Nos desencontramos todos los dÃas y a cada momento. Podemos dar muchos ejemplos que no tienen ya que ver con los golpes sino con la esencia misma de la democracia. Hay cosas que asustan y preocupan: este tema de la Marina (en relación al espionaje en Chubut que terminó con la exoneración de altos jefes de la Armada), el hecho de que sigan pasando ese tipo de cosas nos tienen que alertar; no hay que bajar la guardia ni la atención. Cuando veo que hay situaciones que, aunque sean tangencialmente atentan contra la democracia, me preocupo terriblemente. Y voy a referirme a un ejemplo reciente, que ocurrió hace poco. Leà con asombro unas declaraciones del senador Gerardo Morales, que para mà es un chico brillante, salvo cuando se enoja por que se vuelve un polÃtico mediocre, respecto a que ha venido un constitucionalista, Zureta Puceiro, amigo de él además, a organizar una serie de disertaciones sobre la Reforma de la Constitución, invitado por la Universidad de Jujuy -y aclaro que creo que la mayorÃa de los jujeños no sabemos nada al respecto- y Morales se puso a criticar ferozmente desde el punto de vista polÃtico y con una autoridad -que no sé de donde le sale- a la Universidad instándola a que se aparte del tema, que es el foro de debate lógico del tema, pero sobre todo en el ámbito de la democracia. Como si tuvieran que hacer o dejar de hacer lo que él quiera. Creo que está equivocado y esas son conductas antidemocráticas que no debemos dejar que avancen. A la democracia se la defiende de muchas formas, no solamente como decÃa Nieva, repartiendo panfletos en las calles. Se la defiende detrás de un escritorio, dentro de la familia, en las escuelas, en las universidades, en lo que se habla y en lo que se calla. Hay personas que no distribuyen volantes pero utilizan su inteligencia y su memoria para defenderla. Estas personas deben ser admiradas, aplaudidas y apoyadas, no detractadas. Este es el nivel de alerta que tenemos que tener ahora.
-Pregunta un oyente si no crees que hay mucha gente que está harta del caos que es esta democracia?
-Si, puede haber gente que está harta del âcaosâ. No voy a entrar en detalles, porque serÃa largo. Simplemente, voy a decir una cosa: prefiero el caos de la democracia al supuesto orden de la antidemocracia.
-También te preguntan por qué el Gobierno de Jujuy no hace algo por acelerar los Juicios por la Verdad en la Provincia?
-Es la Justicia Federal la que trabaja en la cuestión y no sé si es cuestión de apresurar o de llegar a la verdad. Creo que se está tratando el tema con seriedad, como no se lo ha tratado en muchos años. Hay que tener un poco de paciencia y esperar los resultados. No creo que el Gobierno de la Provincia tenga que decirle al juez federal: oiga, doctor, apúrese, busque la verdad y falle de acuerdo a derecho, que creo es lo que debe hacer
-Otro oyente: Quienes hoy nos gobiernan ¿pecaron por acción o por omisión? O en todo caso, ¿participaron activamente?
-Vamos a dividir el Gobierno nacional y el Gobierno provincial. Kirchner es una topadora, lo pueden criticar por algunos de sus modos, pero creo que nadie puede decir que no es democrático. Si algo ha hecho, es tratar de que este tipo de cosas se aclaren. Realmente lo hizo, a su forma, como con su estilo, pero lo hizo. Y creo que lo hizo muy bien. Y si mal no recuerdo, Kirchner hace 30 años era un estudiante universitario, que peleaba por los derechos de la democracia dentro de la Universidad y que le costó a él y a su mujer persecuciones y se tuvieron que ir de La Plata a Santa Cruz. Y si hablamos de nuestro gobierno provincial, el actual gobernador era también estudiante y también estaba en otro lugar y hacÃa su trabajo dentro de la Universidad. No es mi caso porque soy el único del Gobierno provincial que tuvo algún tipo de funciones en el año â76. No creo equivocarme en eso. En esa época, el gobernador era Carlos Snopek, el vicegobernador Alfredo BenÃtez, y ellos están muertos; y el que no está muerto, está retirado, como decir Fernando Cabana o Manolo Alias, como otros viejos peronistas que por edad, están fuera de la actividad. De manera tal, que en Jujuy no tenÃamos forma de parar ese golpe; no tenÃamos ninguna posibilidad, en absoluto. Tampoco sabÃamos ni pensábamos que las persecuciones se iban a convertir en un baño de sangre.
-Hablemos del Peronismo de Jujuy. Me remito a lo que dijeron aquÃ, por estos dÃas, dirigentes del Frente de Agrupaciones Peronistas, de distintas edades, pero que tienen la misma consigna: trabajar dentro del Partido para la formación de cuadros, porque entienden que muchas de las falencias que tiene el Gobierno actual es por la falta de cuadros polÃticos y también se preguntan qué pasará dentro de diez o quince años si el PJ no forma cuadros ahora
-Creo que tienen razón. Hay dos problemas, tal vez nosotros los viejos no hemos sabido enseñar o talvez a la gente joven no le interesó aprender. Hay muchos que no se acercan al Partido. A los otros tampoco, porque les parece que son mala palabra o porque sus ideas fueron otras. Es necesario que la gente joven comience a tomar ingerencia en la vida polÃtica y, obviamente, la puerta de entrada son los partidos polÃticos, no solo el PJ. Es imprescindible que esos cuadros se formen; ellos serán los herederos y es muy importante que la gente joven conozca el pasado para que nunca más ocurran cosas como el golpe del â76. Están limpios, eso es lo importante. Pueden hacerlo. No solo se llega por decir tengo un cargo público y será mi plataforma a cargos electivos. Es fundamental formarse desde los partidos polÃticos. Nosotros tenemos que ayudar. Obviamente que si a mà me hacen un planteo de esa naturaleza, en lo que pueda voy a ayudar. Recuerdo que cuando estábamos cerca de la democracia en 1983, y ahà sà reivindico a AlfonsÃn porque es un demócrata, habÃa gente joven que no tenÃa ningún cargo público, como Roberto DomÃnguez, como Sergio González, que hicieron un simposio en el diario Pregón y nos dieron una magistral clase sobre la desinformación que se vivÃa en el paÃs. Estas son las cosas que tenemos que hacer y ese el tipo de cuadros que hay que formar; es lo que necesitamos. Hay mucha gente valiosa que debe ser aprovechada y escuchada en todos los partidos.
-Un oyente dice que tenés memoria selectiva porque no dijiste nada de las fuerzas para-policiales y la Triple A y su funesta influencia en el gobierno democrático del â73y después en el Proceso...
-No es un problema de memoria selectiva, sino de tiempo. El oyente está hablando de la Triple A, manejada por López Rega, que es anterior a 1976. Las atrocidades que pudiera haber cometido la Triple A con López Rega nunca las justifiqué. Tuve la oportunidad de conocerlo personalmente y, lamentablemente, era evidente que tenÃa mucha influencia -nefasta influencia- pero la tenÃa.
-Ahora, por qué será que en Jujuy poca gente sabe que el ingeniero Snopek, cuando se lo presentaron en una ocasión, luego de Gaspar Campos, le dio la espalda y se fue
-Es verdad y aparte, en 1973, el ingeniero Snopek y el doctor Martiarena se reunieron con el general Perón y, efectivamente, ninguno de los dos quiso que López Rega estuviera en esa reunión, a la que también fuimos muchos de los que formábamos parte del gobierno local. Esas son cosas que las sabemos nosotros. Y de esto quedan algunos vivos que pueden atestiguar. Estaba QuintÃn Flores, Fernando Cabana, Josito López Iriarte y muchos más, y no dejamos que López Rega participara. Nunca vino a Jujuy, nunca transmitió órdenes a Snopek; que igual no se lo hubiera permitido. Asà que de esa manera que nos puedan hacer cargo a nosotros de López Rega y bueno, pueden hacerlo, todos los partidos han tenido y tienen fallas; o no conocÃamos los hechos que se producÃan, o no sabÃamos hasta dónde llegaban, porque aparte, era todo subterráneo. Tan subterráneo que se conocÃan algunas cosas y otras no. Otras ni siquiera eran creÃbles en aquellos momentos. Mientras estuvo Perón, la cosa estaba más o menos manejada, pero cuando falleció, la influencia de López Rega fue mayor y, por que no decirlo, fue una de las razones que sirvieron para cultivar el golpe.
-Pensando en la pregunta de ese señor que se alarma con el caos que es la democracia, han pasado cosas terribles en el paÃs y siguen pasando; los niveles de exclusión que tenemos son feroces. Igual prefiero esto y poder salir a la calle tranquila. Pero ¿cómo se estabiliza la democracia habiendo tanta pobreza?,
-No soy López Rega. Que era adivino. No se puede saber, lo que sà creo es que es un trabajo arduo; es un trabajo que no se soluciona en un dÃa, ni en un mes ni en un año. Hablando en serio, tanto a nivel nacional como local, es prioridad encontrar y ejecutar acciones respecto de la exclusión social, es la prioridad.
-Aquà hay otra pregunta que se relaciona: la pobreza existente es no respetar los derechos humanos y eso ¿no es una deuda del Peronismo en Jujuy?
-Algo de eso iba a decir cuando hablábamos de los niveles de exclusión. Es verdad, es un trabajo en el que no se puede ni hay que parar. Hacemos mucho para que disminuya. Uno de los grandes problemas que afronta nuestro presidente, la lucha que emprendió contra ese flagelo, nosotros lo vivimos acá todos los dÃas. Con o sin razón, todos los dÃas hay protestas, grandes, chicas, interesadas o no, pero hay protestas por que hay exclusión social, y gobernamos con la idea casi excluyente de mejorar la situación. Pero ¿sabés que hay? Hay libertad y si hoy estamos hablando del 24 de marzo de 1976, cuando nos cercenaron la libertad, bueno, aprendamos a respetarla y sobre ella construyamos todo lo que está faltando. Que poco a poco vamos a ir saliendo, no me cabe ninguna duda. ¿De que estamos mejor que en el 2001? Claro que sÃ. Hagamos memoria corta, recordemos aquel momento en que De la Rúa se subÃa al famoso helicóptero y se iba abandonando todo. Miremos hoy; miremos la condición de Jujuy en ese momento y veamos como está ahora.
-¿Cómo estaba?
-La gente se olvida que manejaba un carnaval de LECOPS y Patacones, que no se le pagaba, que no se la respetaba. ¿Ya nos olvidamos de aquello? ¿Y acaso no valen todos los esfuerzos que hizo este gobierno para normalizar las finanzas provinciales? ¿Y su capacidad de gestión para ir solucionando los problemas estructurales y los que aparecen todos los dÃas e ir proyectando un Jujuy distinto para el futuro? Esto es lo que hay que preguntarse. Obviamente que siempre quedará mucha gente insatisfecha, pero que tengan la certeza y la seguridad de que esta gestión trabaja todos los dÃas fuerte y, sobre todo, seriamente, para que la exclusión social vaya cediendo. Es la prioridad.
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