Enrique Medina León
Cuando los acontecimientos de violencia arreciaban en Bolivia, oscureciendo el horizonte y haciendo presumir un desenlace cruento, pensaba que en lo profundo se trataba de una crisis de crecimiento, que podrÃa resolverse con el crecimiento armónico del pueblo, el gobierno y la dirigencia polÃtica.
Antes del año pude comprobar âque hasta los incurables tienen cura, cinco minutos antes de la muerteâ, como decÃa el maestro Almafuerte. Hoy Bolivia se encamina hacia una reforma constitucional, que hace posible el crecimiento armónico de todas sus regiones. Las autonomÃas regionales significan una mayor determinación de los departamentos (equivalentes a nuestra provincias). En cuanto al gobierno prefectural, elegido ahora por votación popular, tendrá verdadera acción ejecutiva, elaborando y ejecutando los presupuestos departamentales, en los que se incorporará los fondos procedentes de la coparticipación aumentados sustancialmente por las regalÃas hidrocarburÃferas. Pero Bolivia es más que eso y se asoma al siglo XXI, sin asumir la modernidad de apariencias, orgullosa de las razas que la pueblan; para hablarle al mundo en sus dos lenguas primigénicas, el quechua y el aymara, sin haber perdido la cosmogonÃa alto-andina de los pueblas ancestrales y que la intelligenzia daba por muertas. Es un paÃs lleno de contrastes sociales, raciales y religiosos, pues detrás de un religiosidad católica o cristiana, subsisten los cultos a los dioses antiguos, cuyos rituales se celebran en estrecho contacto con la naturaleza, en el socavón o frente a la apacheta, no requiriéndose oficiante ordenado.
En sus comunidades o aylluz conviven en estrecha armonÃa respetando las viejas costumbres. Recuerdo que hace poco más de un año se producÃa en el pueblo de Tinta, el linchamiento del corregidor, juzgado por sus pares en idéntica situación que cuando el indio de la sublevación de Tupac Amaru en 1781, movimiento que removió los cimientos del orden establecido con repercusión en lugares muy distantes, como Jujuy o el Chaco Gualamba y que fuera brutamente reprimida; acto que junto a los realizado por Tomás Katari y sus familiares en La Paz, Oruro y PotosÃ, puso en evidencia la enorme injusticia que entrañaba la explotación desmedida del indio americano para mantener un estado monárquico, decadente y parasitario. Posteriormente, a los justos reclamos se unirÃan mestizos y criollos, los que tras una guerra sin cuartel, terminarÃan con el imperio español en América. No obstante, las condiciones del indÃgena no mejorarÃan significativamente, pasarÃan casi doscientos años para que un nativo asumiera la presidencia de esa nación. El 21 de enero en Tihuanaku, el aymara Evo Morales era designado tal cual la tradición Apu Malkus, es decir jefe de jefes y asà se consagraba hermano mayor y responsable frente a las comunidades indÃgenas. Al dÃa siguiente el 22 de enero de 2006, asumÃa como jefe de Estado, en sencilla ceremonia con la presencia de numerosos presidentes y representantes de naciones del mundo. Previamente habÃa realizado una extensa gira de visitas protocolares entrevistándose con personalidades del orbe. La tilinguerÃa periodÃstica puso el acento en lo formal, si concurrÃa a las audiencias con traje y corbata o con su chompa habitual, como si esto definiese algo en el personaje. En realidad sÃ, lo define como el dirigente sindical que nadie querÃa en el poder, excepto su pueblo, que ahora espera con moderada expectativa.
Esa misma prensa que no advirtió la enorme diferencia entre los primeros nativos que llevó el almirante Colón ante los reyes de España a su regreso del segundo viaje, en las postrimerÃas del siglo XV, que, dicho sea de paso, estaban casi desnudos, y la recepción en los comienzos del siglo XXI de este personaje que llegó casi vestido. Tuvieron que pasar quinientos años para ser recibidos como seres humanos en la culta y civilizada Europa. Y ello es un hecho casi aislado, no se debe ignorar que un suramericano en España, por ejemplo, es un âsudacaâ o que el racismo en Francia ha generado últimamente una gran protesta callejera. Quizás Europa prefiera olvidar su pasado colonial. Pero la estupidez multimedia continuó interesándose por el vestido del electo presidente.
Mientras tanto el músculo duerme y la ambición trabaja, como en el tango. En sumo silencio el representante de Mr. Bush, lo visitaba en su humilde condominio en cuya sala de recepción habÃan tan sólo seis sillas. Lo mismo harÃa un circunspecto presidente Lagos. Es que hasta la hacienda bagual cae al jagüel con la seca, dicen los paisanos. Sin duda a los intereses económicos poco les interesa si el hombre usa o no usa corbata, en todo caso es más importante saber si usa honradez y decencia en el manejo de la cosa pública, lo que sà puede llegar a ser una moda peligrosa.
A propósito de los contrastes, para las sociedades con poca presencia de aborÃgenes, la situación boliviana puede resultar cuanto menos odiosa. Sin embargo, la composición social del pueblo boliviano reconoce un 60% de aborÃgenes no tan sólo quechuas y aymaras, sino también avá-guaranÃes. Es allà donde cambia la valoración de los individuos, por cuanto los tiempos modernos han permitido la interferencia entre coyas, chapacos y chambas y logró que el hombre del altiplano se mezcle a través del trabajo y el capital con otras parcialidades, siendo allà donde el coya, la comunidad mayor, ejercite sus habilidades para la supervivencia en cualquier condición y termine compitiendo en todos los terrenos, con cualquiera y no tan sólo compita sino que gane. Algo que hemos podido apreciar en la provincia de Jujuy, donde al principio del siglo XX llegaron en condiciones de semiesclavitud a los ingenios azucareros, para las tareas de la zafra; con el tiempo se convirtieron en peones golondrinas y recorrieron el paÃs trabajando. Muchos se establecieron definitivamente para operar como medianeros, y tras dura lucha, terminaron comprándole a los herederos del patrón. Los demás asumieron la prestación de servicios de todo tipo e importancia, demostrando tesón y perseverancia. Con ellos llegó también su cultura, la que al principio fue tomada con sorna, con el correr del tiempo se fue haciendo habitual y hoy está asumida por la gran mayorÃa del pueblo, verbi gracia la música y el baile, sayas, tinkus, morenadas y diabladas son comunes en todo festejo. Asà también las festividades religiosas mezcladas con rituales paganos que conforman el calendario anual, cuyo cumplimiento se realiza con verdadera fe religiosa y con gran entusiasmo cÃvico, atraen a gran cantidad de devotos. Por ello la superficialidad del tratamiento por una prensa colonial y cipaya que no alcanza a dimensionar la trascendencia del hecho histórico, más allá del éxito o el fracaso en la tarea de gobierno. Cuestión en la que fracasaron reiteradamente la partidocracia demo-liberal o el golpe de estado cÃvico militar y razón última que llevó a Bolivia al borde de la desintegración en la lucha por una distribución más justa de la riqueza. Lo que no van a poder ignorar los gobernantes, con y sin corbatas, es que el eje en la creación de riqueza ha cambiado enormemente y no se asienta en sentido norte-sur en la región andina, sino que ahora se desplazó en sentido oeste-este en la región boscosa. No se debe olvidar que en Bolivia nacen los rÃos que forman las dos cuencas más importantes del mundo del Plata y la Amazónica y luego de los hidrocarburos, le sigue en importancia estratégica el agua dulce.
|