A su regreso de España, donde intervino en un seminario organizado por la Fundación del Partido Socialista de España (PSOE), el concejal Jorge Rizotti habló en la radio de la experiencia municipal desarrollada por los españoles y que ha permitido cambiar la fisonomía de ciudades que hasta hace una década vegetaban en la pobreza y el atraso.

      â€œEl seminario nos permitió ver lo que es la gestión municipal para los españoles. Por ejemplo en Getafe, una ciudad quebrada, que hace no más de quince años tenía una alta tasa de desocupación, y en la que la gestión de un solo intendente, que asumió hace 12 años, con un proyecto de desarrollo local, se hizo una experiencia extraordinaria. Está situada muy cerca de Madrid, algo así como Palpalá con San Salvador de Jujuy, y salió adelante teniendo semejante monstruo al lado. Hoy fabrican allí partes de los cohetes de la NASA y ofrecen personal especializado en lo que se quiera, que el municipio se encargó de capacitar; tuvieron una política muy fuerte con respecto a la tierra, que en España es el bien más caro”, explicó Rizzotti.

-¿Cómo funciona allí la coparticipación?
-Hubo cambios a partir de la asunción de Rodríguez Zapatero. Uno de los grandes impuestos nacionales, como es el que grava la renta o a las ganancias, lo cobran los municipios directamente y  transfieren su parte al gobierno nacional.

-Hacen un camino inverso al que hacemos aquí...
-Así es; tiene que ver con la seriedad con la que se trabaja. Tuve la suerte de estar en una sesión del Congreso Nacional de la que participó Rodríguez Zapatero para explicar y rendir cuentas sobre la política inmigratoria. Para la derecha, el problema es que los extranjeros no tienen los usos ni costumbres de los españoles y para la izquierda el problema es que va gente, sobre todo de África, que se radica en España porque escapan del hambre y que se tiene que adoptar una política para ver cómo contenerlos. Si de algo he vuelto convencido es de que las transformaciones se pueden lograr en cinco o diez años y que depende del trabajo duro, continuo, ideológicamente bien sostenido y fundamentalmente, la conducta de quienes conducen.

-¿Percibiste tanta fobia a los inmigrantes como la que hay en otros países europeos?
-Para nada. Con los latinos, que la mayoría son ecuatorianos, no tienen mayores inconvenientes. Más problemas hay con los inmigrantes del Este por cuestiones de higiene, muy mal trato de los hombres hacia sus mujeres; pero la discriminación me parece que no es grave; primero porque los necesitan; nos contaban que muchas escuelas estaban a punto de cerrar y volvieron a funcionar con todo para la educación de los hijos de los inmigrantes; la tasa de nacimientos bajó mucho, necesitan de esos chicos y hay que educarlos, lo que significa también sostener la mano de obra de los educadores.

-¿Desde el Concejo Deliberante se puede hacer algún aporte a partir de estas experiencias?
-Encarar con fuerza la participación. Acá hablamos tanto del presupuesto participativo. Allá funciona y el secretario de Hacienda dice ‘esta semana me toca ir a tal barrio a tratar el presupuesto para construir la escuela’. El vecino participa y se compromete; es convocado a través de las instituciones intermedias, de los centros vecinales, de los clubes, de organizaciones no gubernamentales. Hoy en Jujuy tenemos un montón de instituciones vecinales pero el tema es hacerlos participar y respetarlos. No es tan sólo pedirles el voto.
Ellos entienden la responsabilidad del gobernante y de los gobernados desde otro lugar. Me sorprendió mucho que hay muy poca gente sin filiación política. No es que sean del PSOE o del PP; hay un montón de partidos de izquierda que gobiernan a través de acuerdos políticos serios. En las elecciones se discuten las plataformas electorales. Un intendente me decía que había sido electo hacía dos años y que había cumplido la mitad de su propuesta. Es lo que tenemos que imitar para poder crecer.