Te trasiego mi almaâ¦
Luis Franco
Cuando digo tu nombre, padre RÃo,
mi corazón renace pez y greda
y en lo más leve de tu barro queda
henchido por las zafras del rocÃo.
Cuando digo tu nombre desafÃo
la eternidad que en tu corriente rueda,
pampa de luz que en su trigal enreda
los vastos aires de tu señorÃo.
Busco en ti los confines del dorado,
los desiertos enjambres de la arena,
las sigilosas danzas chulupÃes.
De tu latido y fuerza enamorado
muerdo en ti una recóndita colmena
y en azúcar y polen me deslÃes.
Mario Busignani
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