Laura Barberis
Ahora va a empezar, se aproxima, no queda otra. Comienzan a entrenar para la batalla mayor del 2007. Pero no es de eso, casi, de lo que quiero hablar en esta nota, después de las elecciones y de cara al año que termina, sino precisamente, de cómo vamos a discurrir los dÃas hasta diciembre y si el verano va a ser calmo, lo que hace años que no pasa, o va a ser un caliente estÃo con intervenciones municipales (ad referéndum, por supuesto). Es para preguntarse, a esta altura de las cosas, si al ejecutivo provincial le conviene seguir gobernando la ciudad Capital o intervenir a la actual gestión y que las autoridades pertinentes recuperen el accionar que le corresponde a la propia comuna en momentos con tantas posibilidades de âpoder hacerâ a nivel de la obra pública, del turismo, la cultura, etc. y la necesidad ya insoslayable de poner en caja la muy compleja cuestión de los servicios, en cada uno de los cuales hay una bomba de tiempo que puede empezar a estallar en secuencias imprevisibles.
Desde bambalinas se dijo en el PJ durante todo el año que era imposible avanzar con el juicio polÃtico o con cualquier otra metodologÃa para cambiar la cuestionada administración, en razón de la proximidad de las elecciones. Ahora es otra historia y si a las bases y a la dirigencia justicialistas les cuesta y duele reconocer el estruendoso fracaso de la gestión municipal después del anhelado -y rotundo- triunfo electoral de hace dos años, pueden mitigar su pena con la realidad (para suerte o para desgracia), que en este paÃs y también en esta provincia, el peronismo la hace, la vende ... y también la compra. Y si no, consideremos los recientes resultados electorales en los que, si bien la estrategia de campaña del Frente Jujeño coadyuvó notablemente al triunfo del Justicialismo, la abrumadora diferencia a favor del presidente del Concejo Deliberante, sereno pero definido opositor al intendente, da pautas de que gran parte del electorado independiente le dio de nuevo el sà al Justicialismo, como si se hubiera razonado colectivamente â maâ sÃ, mejor que arreglen la cosa entre los propios peronistasâ.
Y el tema de la actualidad municipal, más allá de la sorprendente ineficiencia; las sospechas de corrupción y los equÃvocos permanentes que no permitieron recuperar nada de la destruida estructura e inexistente funcionalidad que hizo perder a la pésima gestión del último perÃodo radical; y más allá de que (lo que es de conocimiento público) ministros, secretarios y directores provinciales tuvieron que salir a hacer la obra pública grande, mediana y pequeña, tapar agujeros, tratar con el SEOM, ir por detrás explicando, disimulando y desmintiendo las estupideces y desatinos cotidianos, más allá de todo eso, hay que comprender que la situación cayó en la peor de las circunstancias sociales que a un polÃtico le puede suceder: la gente se rÃe, hasta con lástima.
No quiero caer en lugares comunes pero es verdad que en la polÃtica criolla de estos últimos años hemos visto volver a más de un muerto vivo, a más de un ladrón, a más de un fracasado, pero de ciertos niveles de ridÃculo no se vuelve. Unos diez dÃas antes de las elecciones (después de un sorprendente silencio de varias semanas) và y escuché en un programa polÃtico de un canal de cable un largo reportaje que me produjo alternativamente risa, pena y rabia, por el grado de confusión, por el histerismo penoso de los enunciados y las afirmaciones, por los comentarios y definiciones sin ningún criterio de realidad, pero en serio, como decir que llueve cuando hay sol y viceversa, y eso que el periodista ayudaba todo lo que podÃa no repreguntando nada y propiciando espacio con una actitud de sumo respeto y hasta de afecto, a lo mejor porque le daba lástima, a lo mejor por amistad, a lo mejor vaya a saber por qué cantidad de buenas razones. No sé cuánta gente vio esa entrevista en medio de los fragores de la campaña, pero a mà me quedó la sensación de que en ese estudio de televisión se habÃa producido un ritual mortuorio. Que un siquiatra podrÃa haber diagnosticado los cómos y por qués de esa lastimosa ceremonia ante las cámaras. En otras palabras, creo que ahà se hizo patente el sÃmbolo (polÃticamente hablando) de una muerte anunciada.
Lo que pasa es que ese recambio va a implicar muchos movimientos inmediatos en los ejes del poder polÃtico actual, reorganizando posiciones, gente y grupos, justo cuando está empezando el ârejunteâ al que aludo en el principio. También pasa que es más fácil y cómodo conducir a los peores que a los mejores. Tengo la idea que igual, salvo alguna improbable alquimia que modifique el actual estado de cosas, el cambio es inevitable a corto plazo.
Creo que va a ser la primera escena de la obra que se desarrollará hasta el 2007. Después va a haber que esperar los sucesos legislativos de diciembre y de los primeros tiempos del año entrante, ya que no hay ninguna posibilidad que en la Cámara transcurran dÃas tranquilos; la actual composición va a variar dado los resultados electorales. O sea, las preguntas que hoy rondan son muchas: ¿será seguro, pero seguro, que el Bloque de Unión por Jujuy tendrá tres diputados? ¿o tendrá dos? ¿no es lógico pensar que unos harán fuerza para que Hugo Conde ocupe su banca y otros tratarán de que entre Miguel Ãngel Rivas (h)? ¿Conde y Lucio Jiménez, con la espada de Damocles sobre la testa, no preferirán mantener una aplicada actitud de acompañamiento hacia el oficialismo, ya que hay quien piensa que están en sus manos, más que cualquier legislador peronista? ¿Cómo va a quedar el Bloque del Frente Jujeño? ¿Tiene hoy fuerza Gerardo Morales para mantener toda junta a tan diversa tropa? ¿La CON no sucumbirá a la tentación de volver a integrarse con sus viejos amores? ¿Riad Quintar y Susana Mayans -que con los resultados en el Departamento de El Carmen es improbable que cuenten con nuevas oportunidades en alianza con la UCR- se abrirán, volverán también a acercarse a antiguos amigos, se mantendrán solos? ¿Y los propios-propios, los de la Rojo y Blanca, tan diezmados, cómo actuarán en un futuro incierto, con los mandos tan endebles, la cuestionada autoridad del senador y un nuevo presidente del partido, con amplia experiencia polÃtica y legislativa y, probablemente, más de un resentimiento?
Y el PJ que logró un amplÃsimo triunfo, que seguramente merecen Fellner y Kirchner pero de ninguna manera muchos de los candidatos, sintomáticamente, no pudo alcanzar ni uno, ni dos ni mucho menos tres diputados provinciales como aseguraban a partir de la certeza que les daban las encuestas. Si en las otras categorÃas se cumplió rigurosamente lo que anticipaban los múltiples sondeos ¿querrá decir que hay dirigentes, funcionarios y candidatos que trabajaron para que se renovaran exactamente los catorce? ¿Hubo traiciones, insidias, desconocimiento o solamente estupidez? Es verdad que la lista no era precisamente un jardÃn de rosas, pero las de las otras categorÃas tampoco, alguna aún era peor, y sin embargo el triunfo fue tan amplio. No puedo dejar de pensar en eso ¿qué pasó con esa lista que por muy poco lograba lo que el oficialismo querÃa? Sinceramente, y con respeto, no creo que Unión por Jujuy haya captado demasiado de âesosâ votos peronistas; tampoco Lyder. Me inclino a creer o que algo falló en la estrategia puesta en manos de gente que maneja un poco de poder pero no aprendió demasiado del peronismo profundo o que algunos, más vivos de lo que siempre creÃ, operaron con astucia y rapidez a último momento.
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Siguiendo con el Bloque del PJ: también va a haber sorpresas o mejor dicho novedades, curiosidades, reagrupamientos. Hay gente que dice âtenerâ cinco diputados con opción a nueve; no es nada difÃcil darse cuenta quién lo dice y quiénes son los legisladores en cuestión; para hacer una primera aproximación al futuro próximo. Eso sÃ, todos afirman y reiteran su apoyo incondicional a Fellner mientras ... sea gobernador y ahà es donde se va a librar la primera batalla cuyos sordos ruidos ya se escuchan, pero para eso, detalles, probabilidades, especulaciones y otras yerbas va a tener que leer el próximo número; es que en las próximas semanas se van a dar situaciones reveladoras a partir del tema municipal ya mencionado; los nombramientos y/o cambios en el gabinete provincial y las señales que dé la Legislatura entre asunciones y nuevas autoridades.
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