â€œEl voto en blanco, a veces es un voto desesperado, hay tanta confusión y tan poca seguridad respecto de los dichos y promesas de los candidatos, que parece la solución, pero es desesperado. Tendremos que luchar para que la estructura, el voto sábana, la preparación de los candidatos, el sistema electoral en su totalidad, vayan mejorando; para que los partidos elijan de otra manera a sus referentes, para que cambie y se perfeccione la participación interna” dijo en la radio Marcelo Palentini, obispo de la Diócesis de Jujuy, aludiendo a las próximas elecciones en un interesante diálogo, en el que no faltaron reflexiones sobre la visión pastoral y social en el país, el Encuentro de la Juventud en Europa, los desencuentros entre la Iglesia argentina y el gobierno nacional y hasta algunos comentarios sobre los exorcismos.

-¿Cuál fue el motivo del reciente encuentro en Córdoba?
-Cada tres años se hace un encuentro nacional de sacerdotes donde están invitados a participar libremente los sacerdotes de todos los rincones de la Argentina. Vino un obispo de España a coordinar y dar las charlas que giraron sobre la visión sacerdotal de la espiritualidad y la caridad pastoral como característica del ministerio. Había gente de Chubut, del NOA, del NEA, de todo el país. Nosotros conformamos una delegación de 22 personas, compartimos el viaje y la estadía, lo que fue muy positivo.
-Además del aspecto pastoral ¿la visión de lo que pasa en nuestra sociedad es coincidente?
-La problemática, evidentemente es general, las dificultades y alegrías son comunes en uno y otro lado, por lo tanto compartirlo parte justamente de una conciencia interior de lo que es la visión específica de un sacerdote. Muchos están comprometidos desde lo pastoral en lo social, porque los dos aspectos no pueden separarse. Hay gente más comprometida en el aspecto social como opción preferencial por los pobres -lo que en América Latina se viene haciendo desde hace treinta y pico de años- o en un trabajo que exige desde la formación o desde la conducción de una comunidad parroquial, un servicio especial a los pobres. Lo que se refiere, no solamente a los que tienen menos en el aspecto económico, como lo aclaró el obispo que nos dirigía, haciendo una división entre los pobres-ricos; los ricos-pobres; los pobres-pobres y aquellos que son cada vez más empobrecidos. Pero en definitiva, la opción debe dirigirse siempre hacia alguien que necesite de nosotros

-También estuvo en Europa para el Encuentro de la Juventud...
-En el que dos cosas me parecieron muy significativas. En primer lugar, me llamó la atención la leyenda de un cartel de la delegación argentina que decía “Sí, otro mundo es posible”, lo que es todo un desafío para la juventud y el hombre de hoy, pienso que es posible cambiar esta realidad de violencia y agresiones, siempre y cuando pongamos en el centro a Jesús y su mensaje, que es de amor, de entendimiento, de diálogo, de valoración de la persona humana.

-Pero hay tan agresión en la vida cotidiana...
-Cuando hay agresiones no necesitamos de la fe, y si descartamos a Jesús, lógicamente, después vendrán las consecuencias. En segundo lugar, la gran congregación de jóvenes y adultos de todo el mundo que a pesar de tener distintos idiomas, culturas y tradiciones, generaron un clima de amor y armonía extraordinario. Hablando con algunos policías en las calles de Colonia, -donde se duplicó la población, ya que al millón de habitantes se sumó otro de peregrinos-, me decían, ojalá siempre fuera así porque no hubo ningún tipo de problema, con una afluencia de gente tan grande, todos nos entendimos. Entonces hay que tener presente que quien nos convocaba es el mismo que nos dice “ámense”, y ese es el núcleo del mensaje que recibimos.

-¿Cómo se estructuraron los encuentros, los momentos de compartir y de intercambiar ideas o proyectos?
-Cada grupo y cada delegación tuvo la posibilidad de participar en diferentes encuentros. Junto a dos jóvenes de Jujuy, estuvimos en el norte de Alemania y con un grupo de franceses realizamos diversas actividades, entre ellas la oración y visitas a capillas e iglesias de otras religiones, como la Mezquita o la Iglesia Protestante, donde el intercambio fue espectacular, también participamos de jornadas artísticas, por ejemplo de un encuentro de toda la región del norte en un estadio con capacidad para 65.000 personas, donde luego de un recital de artistas modernos, tuvo lugar la celebración litúrgica con un mensaje para todos los jóvenes

-Pero la paz se ve tan lejos...
-Creo que son opciones que vamos haciendo, a veces decimos me gustaría la paz pero estoy trabajando por la violencia o me gustaría entenderme con el otro pero no acepto los medios para poder llegar al entendimiento. Por ejemplo en la educación, ponemos la prioridad en un idioma extranjero o en la computadora y nos olvidamos que en el fondo la prioridad es Dios. En Alemania entendí esto perfectamente, el año pasado visitamos una escuela multiétnica y plurilingüe con dos mil alumnos, y la coordinadora era una doctora en Teología, le pregunté al rector por qué si allí había musulmanes, budistas, gente de todas las religiones habidas y por haber, y él me contestó “si en el centro de nuestra educación no está Dios, acá nos comemos todos porque no nos aceptaríamos, lo ponemos a Dios en el centro y hay una armonía extraordinaria”. Nosotros acá, ¿qué hacemos?, lo sacamos del medio a Dios y ponemos un idioma, que el día de mañana no le resuelve los problemas a los chicos o la computadora, que tampoco los ayuda, les da soluciones técnicas pero no las de los problemas de fondo.

-Una materia que tenga que ver con lo trascendente...
-Le pongo un ejemplo, el presidente de Alemania es protestante y, sin embargo, quiso dialogar con los obispos de América Latina, y lo primero que dijo fue “la Iglesia por ser católica, es la que una visión más general tiene de la globalización y si quiero saber algo de la realidad latinoamericana me parece que los mejores intérpretes son ustedes, porque desde la fe y desde una presencia concreta de la Iglesia en el mundo y en América Latina, me pueden dar una más rica visión general”. Desde luego, él piensa hacer una visita a algunos países por intereses políticos y económicos, pero consideró un buen punto de partida e información el conocer la visión de la Iglesia Católica sobre América Latina.

-Hace poco el Papa ha recibido a 180 sacerdotes italianos especializados en exorcismos, entiendo que a Benedictus siempre le ha interesado el tema, quisiera saber cuál es su opinión.
-Hay un Directorio que la Santa Sede hizo hace siete u ocho años atrás sobre exorcismos, que es para tenerlo en cuenta; de todas formas, sin entrar en detalles técnicos, puedo decirle que muchas veces se afirma la presencia del diablo en determinadas personas o circunstancias y son simples problemas psicológicos. En Roma tuve la oportunidad de dialogar con un exorcista que me decía que el 98% de los casos, no son problemas de posesión diabólica sino de una problemática sicológica o siquiátrica no resuelta en su momento, por ejemplo en la infancia o no canalizada correspondientemente, y que el 2% restante, pueden ser casos reales, por eso el primer paso es distinguir con claridad. Es posible que haya estos casos limitadísimos de posesión diabólica, pero por razones muy puntuales, y por todo lo que es el necesario acercamiento y las posibilidades de cura, se requiere la actuación de gente extremadamente especializada.

-En una palabra, ciertas formas de esquizofrenia son cosas del diablo.
-Supongo que algunas sí. Sabemos que esa realidad existe, que el exorcismo puede ser necesario, pero debemos ser conscientes de que no se puede jugar con el fuego y la nafta, evidentemente tenemos que tener mucho cuidado en estos temas, y jamás tomarlos a la ligera, sino después habrá que lamentar las consecuencias.

-Dice un oyente “cómo católico opino que en las listas para las próximas elecciones hay demasiados candidatos corruptos e ineptos, me gustaría saber qué opina el obispo Palentini del voto en blanco”.
-Interesante la pregunta, yo me la hice muchas veces también. Creo que lo primero no es pensar en el voto en blanco sino en quiénes son propuestos como candidatos. El gran desafío y la pregunta es ¿hay gente que está verdaderamente capacitada para ser candidato o simplemente está en las listas porque tiene otros intereses que de entrada son motivo de corrupción?, recuperar plata invertida por ejemplo, y si se presentan porque gastaron plata, lógicamente pensarán cómo recuperarla y ganar un poquito más, entonces lo primero es fijarse en la intención del candidato. Segundo, la preparación; la imperiosa necesidad de formar a los dirigentes.

-¿Cómo se logra eso?
-Pienso que en la Argentina falta concretamente una escuela de dirigentes, lo que no quiere decir vamos a enseñarles todas las trampas para poder salir a flote bien, sino enseñar y vivir la honestidad, formar para las buenas prácticas. Fue justamente, uno de los puntos que tocó el presidente de Alemania cuando estuvimos con él, la corrupción en América Latina, causa número uno de la crisis que estamos viviendo y citó tres veces a un alto dirigente de Argentina en la charla, no voy a decir quién, y nos dijo puntualmente, ustedes necesitan gente que esté preparada para la política, con claridad y honestidad, no sé tampoco si  habrá tanta de esa gente en Europa, pero de todas formas es importante pensarlo. El voto en blanco, a veces es un voto desesperado, hay tanta confusión y tan poca seguridad respecto de los dichos y promesas de los candidatos que el voto en blanco puede parecer la solución, pero es desesperado. Tendremos que luchar para que la estructura, el voto sábana, la preparación de los candidatos y la participación interna cambien y para que los partidos elijan a sus candidatos de otra manera.

-Hay gente que tiene fe en que las cosas pueden cambiar.
-Creo que sí, pero tenemos que pensar en una formación de valores dentro de la escuela, no borrando ni la moral ni la ética y buscando simplemente la competitividad como sucede lamentablemente en la actualidad. Está demostrado que cuando en la escuela se hace mucho hincapié en la competencia entre los alumnos en lugar de compartir para buscar el bien, la cosa empieza a marchar mal desde un comienzo, se inspiran valores erróneos, ideas equivocadas sobre el sentido de las cosas.

-¿Cómo ve la relación de la Iglesia con el gobierno nacional?
-Prácticamente hay un silencio, un silencio notable, porque desde el conflicto que se produjo con monseñor Basseotto, quedó interrumpido el diálogo. Distintos carriles de comunicación se siguen manteniendo a través del ministerio de Culto, por ejemplo; pero a nivel de cúpula, de diálogo con el presidente, no. A mí me llamó la atención que en Alemania pudiéramos tener una entrevista con el presidente de dos horas veinte y acá sea tan difícil.

-¿Por qué cree que pasa eso?
-Me parece que se deben analizar cuáles son los criterios desde la política o desde los dirigentes en relación con la Iglesia, que no hace política, pero sí los puede iluminar desde la fe y desde un compromiso en el cual estamos todos inmersos, porque conocemos muy bien la realidad y podemos dar una opinión al respecto.

-¿Cómo es el diálogo en Jujuy con el gobierno, el PJ, la UCR, los otros partidos?
-Hay puertas abiertas. Siempre. El diálogo es bastante espontáneo en todo momento y ellos saben que cuando necesitan me llaman para encontrarnos o viceversa, y en ese sentido hay un buen diálogo con todos. Puedo decirles en general francamente lo que pienso, y ellos hacen después lo que consideran mejor.