Patricia Mendoza*
La Fiesta Nacional de los Estudiantes constituye una de las muestras más representativas y contradictorias del sistema educativo en la provincia y opera como un ámbito de producción cultural, cuya estructura y manifestación permiten la creación de espacios de intercambio, con un grado de libertad diferente al de las pautas instituidas en el sistema educativo.
Las caracterÃsticas de este fenómeno social, donde los jóvenes ejercitan protagonismos no usuales en el ámbito escolar, permiten detectar los rasgos que definirÃan al joven jujeño desde una óptica sociocultural emergente del propio ámbito educativo, pero que lo trasciende; más aún, si consideramos los aspectos contradictorios que muestra el ejercicio del protagonismo juvenil fuera de las aulas y la contención que brinda el aval institucional para la realización de las carrozas, los desfiles o la elección de las reinas.
Si consideramos que âLa identidad es el resultado de un proceso de construcción continua, durante el cual diversos elementos contradictorios no sólo se unen sino que se mantienen en tensión y lucha. En este proceso hay cambio y continuidad. Para acercarnos a la comprensión de esa complejidad que constituye nuestra identidad, tendremos que bucear en este conjunto de elementos objetivos y subjetivos, formado con ideas, sentimientos, prácticas materiales y simbólicas, costumbres, creencias, representaciones y el proceso dialéctico en el que se incluyen y que les da sentido.â1
A tal fin, en el presente trabajo, se indaga el orden socio-histórico en relación a la fiesta, y se analiza cómo su organización material ha significado a través del sistema educativo, la construcción de la identidad de los jóvenes jujeños y dialécticamente cómo estos sujetos son productores y transformadores de ese orden social y de la subjetividad.
AsÃ, sus formas de expresión, cómo también los contenidos de la fiesta se fueron transformando al compás y al ritmo de los acontecimientos provinciales y nacionales; su desarrollo acompaña casi todos los inicios del establecimiento del primer colegio secundario en la provincia con la manifestación del Vejigazo en 1.918 y sus efectos se transfieren a la organización de actividades comunitarias infantiles con el surgimiento de las minicarrozas.
La Fiesta
La Fiesta Nacional de los Estudiantes ha recorrido una vasta y compleja transformación con respecto a aquel 1.918 cuando surgió el Vejigazo. Si bien, en un primer momento constituyó una unidad, actualmente la diversificación es tan amplia que diferentes grupos de estudiantes se despliegan en especializaciones, a los que se agrupan por elección.
Al ser, tan extenso el abanico de posibilidades que se manifiestan, el análisis se centrará en las actividades más convocantes.
Carrozas
Canchones
Carroceros
La carroza es el emergente de una relación intersubjetiva entre el grupo de carroceros que la construyen, los canchones y el contexto social en el que se realiza. Para lo cual tendrÃamos que tener en cuenta tres instancias.
- Los preludios, tienen que ver con la organización de actividades previas, lo que involucra a la escuela, por lo general en su conjunto, ya que posibilita la concreción de la carroza.
- El espacio fÃsico, donde se la construye, tiene que ver, con el grupo y su conformación, con lo Ãntimo y los efectos que esto produce.
- La muestra, exposición del producto determinado, de qué manera se la socializa en el âDesfile de carrozasâ, en donde pasa a ser el sÃmbolo que representa a su colegio con las connotaciones ideológicas que esto implica.
Por lo general, es el grupo, el ámbito privilegiado donde tienden a conformarse vÃnculos muy estrechos entre los integrantes y la carroza, lo que tiene que ver con una modalidad de aprendizaje que escapa al ámbito académico, ya que son otras las habilidades que se exigen y otros los aprendizajes que se privilegian; en donde los jóvenes sienten el producto de su trabajo como propio, que los representa.
En este caso el grupo tiene, fundamentalmente, una función de sostén y continencia respecto a los sujetos que lo integran, ya que si bien, la tarea explÃcita que se proponen es construir la carroza, dialécticamente al hacer esta obra, en lo que explÃcitamente se manifiesta como un producto, implÃcitamente hay una trama vincular que se va conformando.
No obstante, los vÃnculos afectivos que van construyendo los carroceros en este ámbito grupal, se contradicen con los prejuicios que tiene la gente de los carroceros âson los que no estudianâ, âlos que son desalineados, no cuidan su aseo personalâ,âson vagosâ,ârebeldesâ y ânoctámbulosâ, evidenciando estas actitudes una desvalorización del trabajo manual.
Desfile de Carrozas
¿Una vivencia del presente o un reencuentro con el pasado?
Es el escenario, donde se expresa contradictoriamente la magia, el ensueño, la ilusión, con la realidad candente, ya que al confluir diferentes sectores de la provincia de Jujuy, constituye el centro de anudamientos que nuclea y al mismo tiempo encubre y descubre la realidad por la que está atravesando la provincia.
En este sentido, es interesante destacar la connotación afectiva que tiene la Fiesta para los que asisten; algunos la vivencian como un tiempo libre, puede ser un tiempo libre en familia, un lugar de distensión, de entretenimiento; para otros es el reencontrarse con un pasado, con los sueños anhelados, quizás con el ârecuerdo de un amorâ, con la âañoranza de un grupoâ, con la ânostalgia de las cosas que ya no volveránâ, con el recuerdo de queâlo que pasó en la escuela secundaria dejó huellas imborrables que el tiempo no hará olvidarâ; y surgen los cuestionamientos âPor qué no habré participado másâ,âTe acordás aquella vez queâ¦â,âQué será la vida deâ¦â, âNosotros hacÃamos tal cosaâ.
Para otros, la Fiesta es un acontecimiento que permite trabajar, los vendedores la vivencian como un trabajo, con exigencias, en el que priman actividades comerciales y en el que generalmente está comprometido el grupo familiar, con una delimitación e interjuego de roles según las necesidades.
De esta manera, en el desfile de carrozas, convergen, se despliegan el predominio de determinados intereses que luchan por imponerse provocando enajenación y superficialidad, como también otros, que adoptan una actitud crÃtica. Un fenómeno que constituye una nueva forma de expresión, que surge como efecto de la Fiesta Nacional de los Estudiantes, es el desfile de minicarrozas, es necesario indagarlo porque representa un acontecimiento que tiene rasgos caracterÃsticos comunes a la Fiesta de los Estudiantes como asà también rasgos diferenciales que le imprimen un distintivo propio.
Uno de los rasgos diferenciales es su concreción, ya que surge y se desarrolla en el ámbito intrabarrial, independientemente del sistema educativo, siendo sus protagonistas los niños, el centro vecinal y las familias en su conjunto.
Las reinas
¿Rol de la mujer?
Para analizar el rol de la mujer en esta Fiesta y en particular de la joven, tenemos que tener en cuenta en que medida el contexto histórico-social fue determinando según su desarrollo la aparición de pautas y rasgos que contribuyeron a perfilar patrones de identidad. De esta manera es significativo destacar en que medida este rol se fue transformando, desde ese primer perÃodo que corresponde al vejigazo hasta nuestros dÃas.
Es interesante analizar el rol que socialmente se le adjudica a la mujer, y que ésta asume durante el primer perÃodo que corresponde al Vejigazo: asà por la década del veinte su rol era secundario, los principales protagonistas eran los jóvenes varones, en la comisión directiva de la revista y en la velada ejercÃan un rol dominante, mientras que el de la mujer estaba muy limitado. Sin embargo, durante este proceso surgió entre la década del â30 y â40 uno de los acontecimientos más convocantes en la manifestación de la Fiesta, tal como es la construcción de las carrozas y con ellas, la elección de la reina.
Por otra parte, se crean en la provincia la primera âEscuela de Señoritasâ y los colegios religiosos para âseñoritasâ. Esta situación entre otras, tiende a explicar en parte que el rol de las estudiantes recién se comience a privilegiar con la aparición de las carrozas y en ellas las reinas. ¿Quién es la reina? âLa más bellaâ,âla más hermosaâ. Se exalta la belleza, el cuerpo, la sensualidad y la armonÃa en general. Es en la carroza, donde aparece simbolizada la imagen de la mujer joven como reina, sujeto de observación, de contemplación, de admiración, representando asà la ternura y la simpatÃa.
La paradoja es que, si bien en lo explÃcito representa al estudiantado de su colegio, no es representativa de los rasgos de la joven jujeña. De esta manera su rol adquiere una nueva dimensión, desde estar casi en el anonimato en el Vejigazo en cuanto a su protagonismo, no asà en cuanto a ser el motivo de las principales inspiraciones de âlos vejigasâ.
No obstante, debemos analizar la contradicción existente entre este aspecto importante que empieza a cumplir la mujer y al mismo tiempo el encubrimiento que esto va generando. Es evidente, como en la Fiesta, al igual que en el Vejigazo, se delimita el rol de la mujer: âlas chicas son las que hacen las flores y se encargan de la decoración de las carrozas porque son delicadas y frágilesâ, mientras que âlos varones son los que están en los canchones, merced a las inclemencias del tiempoâ.
Es importante indagar los efectos psicológicos que esta concepción acerca de la mujer produce, ya que hay un fuerte predominio de considerar que esto forma parte de la naturaleza propia de la mujer, generando en consecuencia, sentimientos respecto de sà mismas y de sus relaciones, que las limita y obstaculiza. De esta manera, al centrar el énfasis en sus caracterÃsticas intrapersonales como naturales, se encubre que los procesos que acontecen en la sociedad son productos de ciertas circunstancias socio-históricas y determinados intereses de clase.
La creatividad
y la Fiesta
¿En qué contexto social y vincular se fueron produciendo las manifestaciones de este proceso creador que acontece en la Fiesta?âAnte las situaciones de crisis que constituyen una constante en la vida del hombre por el mismo proceso de automovimiento que tiene la realidad, el sujeto ante estas situaciones de caos, de inseguridad pone en marcha mecanismos psicológicos que tienen que ver con la necesidad de reparar objetos destruidos, de esta manera la crisis y la creatividad se requieren recÃprocamente; las crisis tienen efectos concomitantes en la subjetividad, no obstante simultáneamente pueden representar una âpérdidaâ o una âelaboración que posibilite integrar, reparar, estructurar aquello que se manifiesta como vivencia de destrucciónâ2. Es asà como, estas obras son emergentes que expresan y se hacen eco de toda una producción histórica social, ya que desde esta realidad compleja y contradictoria, se produce una lucha entre diferentes sectores que tienen intereses diferentes y una forma de expresión de esa lucha se manifiesta en el arte, en la cultura y por ende en el producto que son las carrozas. Por lo general, en los desfiles suelen escucharse las exclamaciones âqué bellezaâ, âqué hermosaâ, âqué trabajo más delicado y minuciosoâ, âlos chicos se pasaronâ, âesto es una verdadera obra de arteâ, âqué artistas son los chicosâ. Estas expresiones denotan las resonancias que producen la forma y el contenido de estas obras en la subjetividad del público que las contempla.
Esto nos remite a analizar la relación que existe entre el objeto estético, su creador, el contexto en el que se produce y sus repercusiones. Un fenómeno particular y singular en relación al artista y su obra, en esta Fiesta es que no hay un artista individual, sino que el producto de la obra es grupal; es el grupo en su conjunto el que se expresa como portavoz de una práctica social, con formas de sensibilidad, de matrices de aprendizaje vigentes en un tiempo histórico y social. En la elección del proyecto de la carroza y de sus alegorÃas es donde los jóvenes están expresando una concepción del mundo, de esta manera cuando un joven dice âqué trabajo, andá yo no me sacrificarÃa tanto, si después no te reconocen nada, sacás el último premio, porque los primeros los sacan siempre los cremasâ o âsi bien siempre ganan las mismas, yo pienso que el primer premio se lo lleva esta carrozaâ, âlo importante es participarâ, âla polÃtica no influye para nada, esto es un trabajo sólo de los jóvenesâ, de alguna manera están encubriendo o develando la realidad y una posición asumida.
La Fiesta Nacional de los Estudiantes constituye una experiencia por la que atraviesan los estudiantes jujeños que consideramos necesario indagar, ya que es uno de los ámbitos privilegiados en relación a la compleja y contradictoria realidad, en la cual los jóvenes van constituyendo y desarrollando su subjetividad. Es justamente, en los primeros años de la universidad donde inferimos una marcada dependencia con respecto a la escuela secundaria; no obstante, hay que discriminar que esta dependencia es con respecto a un aspecto de la misma, que se centra en cuanto al establecimiento de vÃnculos afectivos, en donde la Fiesta Nacional de los Estudiantes Racedo, Josefina. (1997) âUna nación joven con una historia milenariaâ, en La Marea, Año IV, Nº 9. En consecuencia, la Fiesta surge como un amplio fenómeno social donde se proyectan diversos modelos de identificación, contradictorios entre sÃ, de identificación, continencia y creatividad, como asà también de encubrimiento, reproducción y enajenación; y constituye una forma de respuesta de los estudiantes, a sus condiciones concretas de existencia en esta organización social. No obstante esta respuesta puede ser más o menos develadora u ocultante de la realidad, según los intereses sociales que se expresen en ella.
Notas
1 Racedo, Josefina. (1997) âUna nación joven con una historia milenariaâ, en La Marea, Año IV, Nº 9.
2 Quiroga, Ana. (1994). Apuntes para una teorÃa de la Conducta. Bs. As. Edic. Cinco.
BibliografÃa
Quiroga, Ana. (1994). Apuntes para una teorÃa de la Conducta. Bs. As. Edic. Cinco.
Quiroga, Ana. (1986). Enfoques perspectivas en PsicologÃa Social. Bs. As. Edic. Cinco.
Racedo, Josefina. (1997). âUna nación joven con una historia milenariaâ, en La Marea, Año IV, Nº 9.
Rojas Soriano, Raúl. (1992). Formación de investigadores educativos. México.
*Sicóloga. Docente de la cátedra de SicologÃa Social. FHCS (UNJu).
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