El principal desafío de nuestra sociedad en estos tiempos es la equidad con justicia, en la construcción diaria de una ciudadanía y comunidad, con ejercicios plenos de sus derechos, fundamentalmente de los niños, en cuanto a su condición de personas que integran activamente esta sociedad que debe contenerlos y ayudar a potenciarlos. Los derechos de los niños deben aplicarse en todos los casos, siendo obligación del Estado protegerlos de toda forma de discriminación y tomar medidas positivas para fomentar sus derechos, de modo tal de atender primordialmente el interés superior del niño y la niña. La intervención del Estado es obligatoria cuando la atención al niño no sea la adecuada o cuando no lo hagan sus padres u otras personas que tengan responsabilidad a su cargo. En este sentido,  es el Estado quien debe asegurar su educación, para el desarrollo de su personalidad, aptitudes y capacidad mental y física hasta el máximo de sus posibilidades, preparándolo para asumir una vida responsable en una sociedad libre, en el respeto de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, y de la identidad y valores culturales de los demás.
      El proyecto de ordenanza “Igualdad para Todos los Niños”, promovido por el concejal radical Ekel Meyer busca redefinir el lugar de niño y la niña en la sociedad,  lo que implica redefinir también el lugar de las instituciones frente al niño. Su objetivo general es crear instancias de debate para docentes de escuelas públicas y privadas de modo tal de generar líneas de acción dirigidas a apoyar y fortalecer la institución escolar en la defensa de los Derechos del Niño, en particular el derecho a la No Discriminación y la Efectividad de los Derechos, entendiendo que el estado debe tomar todas la medidas necesarias para aplicar los derechos en la Convención internacional. Entre sus objetivos secundarios se encuentran: impulsar y desarrollar un conjunto de normativas, dirigidas a unificar criterios respecto del uniforme blanco, “el guardapolvo” –que fuera usado por primera ves por maestras de la localidad de Tres Arroyos en 1912-, como uniforme único de los escolares en todos los establecimientos educativos públicos y privados, fortaleciendo el trabajo en este tema, y por ende, en la no discriminación; generar espacios de reflexión y debate acerca de los artículos de la Convención de los Derechos del niño y niña; lograr que participen instituciones educativas gubernamentales provinciales, municipales y privadas comunales involucradas con la niñez; sensibilizar e informar a la opinión pública y la comunidad acerca de la prioridad de la infancia en las políticas públicas.
      El eje central es la integración de los diversos estamentos de la sociedad, mediante la instrumentación de canales de participación que permitan que se involucren los colegios y las instituciones gubernamentales, de modo tal de buscar solución a los problemas, fortaleciendo el accionar comunal integrando al municipio con el contribuyente para el logro de objetivos comunes. En este sentido, la temática más relevante será un fuerte y conciente debate sobre los derechos del niño y la niña.
      En la práctica, esta ordenanza se coordinará desde el Departamento Ejecutivo, por intermedio de la secretaría de Acción Social y Cultura, aplicando los mecanismos necesarios para implementar un sistema de convocatoria que permita un desarrollo eficaz del proyecto.
      Asimismo, El  Departamento Ejecutivo tendrá la facultad de reglamentar y ampliar los alcances del proyecto mencionado, de conformidad a los objetivos citados en el Anexo, que integran esta ordenanza. Respecto a los gastos que demande la implementación del mismo, de acuerdo a la ordenanza, deberán imputarse a la partida correspondiente del presupuesto en vigencia.