Silvia Vela
La mayorÃa de los equipos apuesta a un sistema especulativo o la tan de moda âjugada con pelota paradaâ. Gimnasia no es la excepción. Los dirigidos por Mario Gómez no son demasiado generosos con el juego, pero con un sistema conservador y sin animarse demasiado, ya sumaron cuatro puntos en la misma cantidad de partidos.
La pregunta no es otra que la de siempre. Queremos jugar bien y perder o jugar mal y ganar. No es una novedad que en el fútbol argentino se priorizan los resultados, si no fuese asà los técnicos cumplirÃan con su contrato y no dejarÃan su cargo en las primeras fechas, como lo hizo Leonardo Astrada en River. Lamentablemente como dijo un hincha por ahà âlos resultados mandan y a pelarseâ. Este discurso futbolero y popular también se metió muy adentro de varios técnicos que mandan sus equipos a las canchas a cuidar el cero y cuando se pueda matan de contra. Es este el planteo que domina al fútbol argentino en los últimos tiempos. Porque si salÃs generosamente a buscar el partido y después cometés errores que te cuesta caro y se suceden derrotas tras derrotas, no sé si vas a querer jugar tan lindo. Ese miedo al fracaso debe pesar en la mayorÃa de los equipos que necesitan sumar puntos para no descender. El planteo de un Instituto, Olimpo, Tiro Federal o
Gimnasia de Jujuy no va a ser el mismo que el de un Boca , River, Independiente o hasta el mismo Racing. Aunque tampoco quita que estos equipos no salgan a defenderse y luego maten de contra. Boca tira pelotazos y apuesta a la pelota parada. Falcioni con Independiente es más equilibrado y no tan ofensivo como el paladar del hincha rojo exige. Pasará ahora lo mismo en River, Merlo no es el técnico que se caracterice por conducir equipos de fútbol muy generosos futbolÃsticamente.
El maldito descenso
¿Cómo jugamos para salvarnos del maldito descenso? Volvemos a lo mismo. El equipo jujeño está comprometido a sumar la mayor cantidad de puntos posibles y al parecer el equilibrio aún no ha llegado. El Lobo empató y ganó en su cancha, pero todavÃa no sumó de visitante. Es decir que para obtener la media inglesa, tres puntos de local y uno de visitante, todavÃa falta. El Lobo jugó dos partidos fuera de su cancha y los perdió. Con Boca se animó a atacar en los minutos finales de la segunda parte y en ese encuentro se vio un manejo criterioso de la pelota, por algunos minutos pero sin lastimar. Con Rosario Central, tuvo muy pocas llegadas de las cuales convirtió dos, pero con noventa minutos sin generar una jugada en conjunto que demuestre que de mitad de cancha hacia delante también se puede jugar con ideas. El análisis del hincha pasa por âsi ante Rosario
Central se llegó dos veces y se convirtió; si atacamos más, vamos a hacer más golesâ. Ese planteo es tan lógico y simple como relativo. Hay partidos en los cuales los equipos provocan pocos ataques y te ganan con una jugada de pelota detenida o preparada. Pero para apostar a esa forma de encarar los partidos, no te tenés que equivocar en la contención del medio campo ni en los caminos que quedaron abiertos por los laterales de la defensa, cosa que pasó con Boca y Rosario Central.
Nadie niega que los resultados mandan en este fútbol tan competitivo, pero Banfield no deja de ser un equipo medianamente chico, y hoy por hoy, sea con el técnico que sea, es protagonista del torneo local y de la Copa Sudamericana. Claro que Banfield ya pasó por la etapa comprometida del descenso y ahora juega con más tranquilidad, pero para salvarse tuvo que apostar a ser protagonista. Fue sumando y se hizo respetar, ganándole primero a los de su nivel, después a los de más arriba y luego a los más grandes. ¿Será ese el criterio que tiene que usar Gimnasia para este campeonato? ¿Jugar a cuidarse ahora y cuando esté salvado recién apostar al ataque? Cada uno sacará sus propias conclusiones. Con Newellâs desde el aspecto vistoso no se jugó bien, pero desde el planteo y las órdenes del técnico, sÃ. Porque los jugadores cumplieron con lo que el entrenador les ordenó, y al parecer, las órdenes de Mario Gómez no pasan por desesperarse tanto en atacar, sino
buscar el equilibrio justo. Ese equilibrio que todavÃa no ha llegado y que le falta conseguir a Gimnasia. Combinar el buen manejo del balón con la actitud de pelear cada pelota como si fuese la última. Claro que el hincha como yo, necesita por ahà ver buen fútbol y si se gana mejor. Por ejemplo, pregunto: ¿no está el hincha que dice si jugamos bien es más fácil que ganemos más partidos que los que perdamos? Pero al parecer no es tan fácil.
El equipo debe adaptarse a Primera cuanto antes y para eso se encontrará con varios golpes en el camino que ojalá no influyan en la campaña del en el Campeonato. El camino será largo. Hasta ahora Gimnasia, a pesar de las dos goleadas recibidas ante Boca y Central, un empate en su cancha con River y un triunfo de local con Newellâs, no la lleva tan mal. Está en la mitad de la tabla y en el promedio supera a su rival directo, Tiro Federal de Rosario, que dicho sea de paso dicen que juega lindo, pero todavÃa no ha sumado un punto en el torneo. Falta bastante todavÃa para sacar conclusiones que hasta la cuarta fecha no son muy negativas para Gimnasia, pero habrá que animarse más y a medida que pasen los partidos ser más protagonistas en el área rival que en la propia, aunque ese anhelo sea el de muy pocos equipos en el fútbol argentino, en algún momento habrá que intentarlo, porque los partidos se ganan con goles y a medida que lleguen esos goles, surgirán los triunfos que de ser muchos servirán para salvarse del maldito descenso. Como dice la publicidad, si tenés un plantel que te puede dar fútbol, rudeza, garra, espÃritu y actitud, no sólo podés salir campeón del mundo, sino también salvarte del despreciado descenso. âHay que animarse a másâ.
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