La Educación Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado. Ãsta es la convicción y la base para el papel estratégico que debe jugar en los procesos de desarrollo sustentable de los paÃses de la región.
En la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES),
celebrada del 4 al 6 de junio de 2008, en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, bajo los auspicios del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO) y el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, con la colaboración de los gobiernos de Brasil, España, México y la República Bolivariana de Venezuela, han participado presencialmente más de 3.500 integrantes de la comunidad académica regional â directivos, profesores, investigadores, estudiantes, funcionarios administrativos, representantes de gobiernos y de organismos nacionales, regionales e internacionales, de asociaciones y redes y otros interesados en Educación Superior. La CRES 2008 también fue trasmitida por Internet en cuatro idiomas a todos los paÃses de América Latina y el Caribe (ALC) y el mundo desde los portales de la CRES, de la UNESCO-Paris, del Ministerio de Educación Nacional de Colombia y del Ministerio de la Educación de Brasil, y otros medios como radio y televisión. Esta Conferencia ha contribuido a identificar los principales planteamientos de América Latina y el Caribe ante la Conferencia Mundial de Educación Superior, prevista para el año 2009, asà como las ideas-fuerza para la consolidación, expansión y creciente calidad y pertinencia de la Educación Superior en la región.
La CRES 2008 se realiza a 10 años de la Conferencia Mundial de Educación Superior (1998), a 12 años de la Conferencia Regional de la Habana (1996) y a los 90 años de la Reforma de Córdoba, cuyos principios constituyen hoy orientaciones fundamentales en materia de autonomÃa universitaria, cogobierno, acceso universal y compromiso con la sociedad.
El amplio proceso de preparación de este evento ha contado con la activa participación de las comunidades académicas de la región, incluidos los estudiantes a través de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE). Dicha participación se ha dado en múltiples foros y encuentros de carácter nacional, subregional y regional, cuyas conclusiones nutren el evento. Por otra parte, los estudios coordinados por IESALC han conducido a la elaboración de los documentos ampliamente divulgados que sirven de base para el debate en esta Conferencia.
El balance realizado visualiza, en términos prospectivos, los retos y las oportunidades que se plantean en la Educación Superior de la región, a la luz de la integración regional y de los cambios en el contexto global. El objetivo es configurar un escenario que permita articular, de forma creativa y sustentable, polÃticas que refuercen el compromiso social de la Educación Superior, su calidad y pertinencia, y la autonomÃa de las instituciones. Esas polÃticas deben apuntar al horizonte de una Educación Superior para todos y todas, teniendo como meta el logro de una mayor cobertura social con calidad, equidad y compromiso con nuestros pueblos; deben inducir el desarrollo de alternativas e innovaciones en las propuestas educativas, en la producción y transferencia de conocimientos y aprendizajes, asà como promover el establecimiento y consolidación de alianzas estratégicas entre gobiernos, sector productivo, organizaciones de la sociedad civil e instituciones de Educación Superior, Ciencia y TecnologÃa. Deben también tomar en cuenta la riqueza de la historia, de las culturas, las literaturas y las artes del Caribe y favorecer la movilización de las competencias y de los valores universitarios de esta parte de nuestra región, para edificar una sociedad latinoamericana y caribeña diversa, fuerte, solidaria y perfectamente integrada.
La Conferencia Regional de Educación Superior 2008 hace un urgente y enfático llamado a los miembros de las comunidades educativas, particularmente a los encargados de la toma de decisiones polÃticas y estratégicas, a los responsables de los Ministerios de Educación, de Educación Superior, de Cultura y de Ciencia y TecnologÃa, a las organizaciones
internacionales, a la propia UNESCO y a los actores y personas involucrados en las tareas
educativas y universitarias, a considerar los planteamientos y las lÃneas de acción que se han derivado del debate sostenido en ella acerca de las prioridades que la Educación Superior debe asumir, sobre la base de una clara conciencia respecto de las posibilidades y aportes que ésta reviste para el desarrollo de la región.
Los desafÃos y retos que debemos enfrentar son de tal magnitud que, de no ser atendidos con oportunidad y eficacia, ahondarán las diferencias, desigualdades y contradicciones que hoy impiden el crecimiento de América Latina y el Caribe con equidad, justicia, sustentabilidad y democracia para la mayorÃa de los paÃses que la conforman. Esta Conferencia Regional señala que, si bien se ha avanzado hacia una sociedad que busca cambios y referentes democráticos y sustentables, aún faltan transformaciones profundas en los ejes que dinamizarán el desarrollo de la región, entre los cuales, uno de los más importantes, es la educación y en particular la Educación Superior.
Por ello, convencidos del valor primordial de la Educación Superior en el forjamiento de un
futuro mejor para nuestros pueblos, declaramos:
A - Contexto
1 - La construcción de una sociedad más próspera, justa y solidaria y con un modelo de
desarrollo humano integral sustentable, debe ser asumida por todas las naciones del
Mundo y por la sociedad global en su conjunto. En este sentido, las acciones para el
cumplimiento de los Objetivos del Milenio deben constituirse en una prioridad fundamental.
2 - Nuestra región es marcadamente pluricultural y multilingüe. La integración regional y el
abordaje de los desafÃos que enfrentan nuestros pueblos requieren enfoques propios que
valoren nuestra diversidad humana y natural como nuestra principal riqueza.
3 - En un mundo donde el conocimiento, la ciencia y la tecnologÃa juegan un papel de
primer orden, el desarrollo y el fortalecimiento de la Educación Superior constituyen un
elemento insustituible para el avance social, la generación de riqueza, el fortalecimiento de
las identidades culturales, la cohesión social, la lucha contra la pobreza y el hambre, la
prevención del cambio climático y la crisis energética, asà como para la promoción de una
cultura de paz.
B - La Educación Superior como derecho humano y bien público social
1 - La Educación Superior es un derecho humano y un bien público social. Los Estados
tienen el deber fundamental de garantizar este derecho. Los Estados, las sociedades
nacionales y las comunidades académicas deben ser quienes definan los principios
básicos en los cuales se fundamenta la formación de los ciudadanos y ciudadanas, velando
por que ella sea pertinente y de calidad.
2 - El carácter de bien público social de la Educación Superior se reafirma en la medida
que el acceso a ella sea un derecho real de todos los ciudadanos y ciudadanas. Las
polÃticas educacionales nacionales constituyen la condición necesaria para favorecer el
acceso a una Educación Superior de calidad, mediante estrategias y acciones
consecuentes.
3 - Considerando la inmensa tarea de expandir la cobertura que se presenta para los
paÃses de América Latina y el Caribe, tanto el sector público como el privado están
obligados a otorgar una Educación Superior con calidad y pertinencia, por lo que los
gobiernos deben fortalecer los mecanismos de acreditación que garanticen la transparencia
y la condición de servicio público.
4 - En América Latina y el Caribe, particularmente, se necesita una educación que
contribuya eficazmente a la convivencia democrática, a la tolerancia y a promover un
espÃritu de solidaridad y de cooperación; que construya la identidad continental; que genere
oportunidades para quienes hoy no las tienen y que contribuya, con la creación del
conocimiento, a la trasformación social y productiva de nuestras sociedades. En un
continente con paÃses que vienen saliendo de la terrible crisis democrática que provocaron
las dictaduras y que ostenta la penosa circunstancia de tener las mayores desigualdades
sociales del Planeta, los recursos humanos y el conocimiento serán la principal riqueza de
todas cuantas disponemos.
5 - Las respuestas de la Educación Superior a las demandas de la sociedad han de
basarse en la capacidad reflexiva, rigurosa y crÃtica de la comunidad universitaria al definir
sus finalidades y asumir sus compromisos. Es ineludible la libertad académica para poder
determinar sus prioridades y tomar sus decisiones según los valores públicos que
fundamentan la ciencia y el bienestar social. La autonomÃa es un derecho y una condición
necesaria para el trabajo académico con libertad, y a su vez una enorme responsabilidad
para cumplir su misión con calidad, pertinencia, eficiencia y transparencia de cara a los
retos y desafÃos de la sociedad. Comprende asimismo la rendición social de cuentas. La
autonomÃa implica un compromiso social y ambos deben necesariamente ir de la mano. La
participación de las comunidades académicas en la gestión y, en especial, la participación
de los estudiantes resultan indispensables.
6 - La Educación Superior como bien público social se enfrenta a corrientes que
promueven su mercantilización y privatización, asà como a la reducción del apoyo y
financiamiento del Estado. Es fundamental que se revierta ésta tendencia y que los
gobiernos de América Latina y el Caribe garanticen el financiamiento adecuado de las
instituciones de Educación Superior públicas y que estas respondan con una gestión
transparente. La educación no puede, de modo alguno, quedar regida por reglamentos e
instituciones previstas para el comercio, ni por la lógica del mercado. El desplazamiento de
lo nacional y regional hacia lo global (bien público global) tiene como consecuencia el
fortalecimiento de hegemonÃas que existen de hecho.
7 - La educación suministrada por proveedores transnacionales, exenta de control y
orientación por parte de los Estados nacionales, favorece una educación
descontextualizada en la cual los principios de pertinencia y equidad quedan desplazados.
Ello amplÃa la exclusión social, fomenta la desigualdad y consolida el subdesarrollo.
Debemos promover en nuestros paÃses las leyes y los mecanismos necesarios para regular
la oferta académica, especialmente la trasnacional, en todos los aspectos claves de una
Educación Superior de calidad.
8 - La incorporación de la Educación como un servicio comercial en el marco de la
Organización Mundial de Comercio (OMC) ha dado lugar a un rechazo generalizado por
parte de muy diversas organizaciones relacionadas directamente con la Educación
Superior. La referida incorporación constituye una fuerte amenaza para la construcción de
una Educación Superior pertinente en los paÃses que acepten los compromisos exigidos en
el Acuerdo General de Comercio y Servicios, y ello supone graves daños para los
propósitos humanistas de una educación integral y para la soberanÃa nacional. Por ende,
desde la CRES, advertimos a los Estados de América Latina y el Caribe sobre los peligros
que implica aceptar los acuerdos de la OMC y luego estar obligados por estos, entre otros
aspectos lesivos, a orientar fondos públicos hacia emprendimientos privados extranjeros
implantados en su territorio, en cumplimiento del principio del "trato nacional" que en ellos
se establece. Asimismo afirmamos nuestro propósito de actuar para que la Educación en
general y la Educación Superior en particular no sean consideradas como servicio
comercial.
C - Cobertura y modelos educativos e institucionales
1 - Para asegurar un significativo crecimiento de la cobertura educacional requerida para
las próximas décadas, se hace imprescindible que la Educación Superior genere las
estructuras institucionales y las propuestas académicas que garanticen el derecho a ella y
la formación del mayor número posible de personas competentes, destinadas a mejorar
sustancialmente el soporte sociocultural, técnico, cientÃfico y artÃstico que requieren los
paÃses de la región.
2 - Dada la complejidad de las demandas de la sociedad hacia la Educación Superior, las
instituciones deben crecer en diversidad, flexibilidad y articulación. Ello es particularmente
importante para garantizar el acceso y permanencia en condiciones equitativas y con
calidad para todos y todas, y resulta imprescindible para la integración a la Educación
Superior de sectores sociales como los trabajadores, los pobres, quienes viven en lugares
alejados de los principales centros urbanos, las poblaciones indÃgenas y
afrodescendientes, personas con discapacidad, migrantes, refugiados, personas en
régimen de privación de libertad, y otras poblaciones carenciadas o vulnerables.
3 - Se deben promover la diversidad cultural y la interculturalidad en condiciones
equitativas y mutuamente respetuosas. El reto no es sólo incluir a indÃgenas,
afrodescendientes y otras personas culturalmente diferenciadas en las instituciones tal cual
existen en la actualidad, sino transformar a éstas para que sean más pertinentes con la
diversidad cultural. Es necesario incorporar el diálogo de saberes y el reconocimiento de la
diversidad de valores y modos de aprendizaje como elementos centrales de las polÃticas,
planes y programas del sector.
4 - Dar satisfacción al aumento de las exigencias sociales por Educación Superior requiere
profundizar las polÃticas de equidad para el ingreso e instrumentar nuevos mecanismos de
apoyo público a los estudiantes (becas, residencias estudiantiles, servicios de salud y
alimentación, tanto como el acompañamiento académico), destinados a permitir su
permanencia y buen desempeño en los sistemas.
5 - Producir transformaciones en los modelos educativos para conjurar los bajos niveles de
desempeño, el rezago y el fracaso estudiantil, obliga a formar un mayor número de
profesores capaces de utilizar el conjunto de las modalidades didácticas presenciales o
virtuales, adecuadas a las heterogéneas necesidades de los estudiantes y que, además,
sepan desempeñarse eficazmente en espacios educativos donde actúan personas de
disÃmiles procedencias sociales y entornos culturales.
6 - Avanzar hacia la meta de generalizar la Educación Superior a lo largo de toda la vida
requiere reivindicar y dotar de nuevos contenidos a los principios de la enseñanza activa,
según los cuales los principales protagonistas son individual y colectivamente quienes
aprenden. Podrá haber enseñanza activa, permanente y de alto nivel sólo si ella se vincula
de manera estrecha e innovadora al ejercicio de la ciudadanÃa, al desempeño activo en el
mundo del trabajo y al acceso a la diversidad de las culturas.
7 - Ofrecer mayores opciones para los estudiantes al interior de los sistemas, a través de
curricula flexibles que les faciliten un tránsito por sus estructuras, permitirá atender de
modo eficiente sus intereses y vocaciones particulares, permitiéndoles acceder a nuevas
formaciones de grado de naturaleza polivalente y acordes con la evolución de las
demandas en el mundo del trabajo. Todo esto exige perfeccionar la articulación entre los
distintos niveles de formación, mecanismos educativos formales y no formales, asà como
programas conciliables con el trabajo. Superar la segmentación y la desarticulación entre
carreras e instituciones, avanzando hacia sistemas de Educación Superior fundados en la
diversidad, permitirá la democratización, el pluralismo, la originalidad y la innovación
académica e institucional, firmemente sustentada en la autonomÃa universitaria.
Igualmente, resultan imprescindibles la desconcentración y regionalización de la oferta
educativa para procurar la equidad territorial, tanto como para facilitar la incorporación de
los actores locales en la Educación Superior.
8 - Las tecnologÃas de información y comunicación deben contar con personal idóneo,
experiencias validadas y un sistema de estricto control de la calidad para ser una
herramienta positiva de expansión geográfica y temporal del proceso de enseñanza-
aprendizaje.
9 - Dado que la virtualización de los medios educativos y su uso intensivo en los procesos
de enseñanza-aprendizaje tenderán a crecer aceleradamente, cobra enorme importancia el
papel de la Educación Superior en la formación de personas con juicio crÃtico y estructuras
de pensamiento capaces de transformar la información en conocimiento, para el buen
ejercicio de sus profesiones y liderazgo en los sectores público y privado.
10 - La Educación Superior tendrá que hacer efectivo el desarrollo de polÃticas de
articulación con todo el sistema educativo, colaborando en la formación de sólidas bases
cognitivas y de aprendizaje en los niveles precedentes, de tal manera que los estudiantes
que ingresan al nivel superior cuenten con los valores, las habilidades, destrezas y
capacidades para poder adquirir, construir y transferir conocimientos en beneficio de la
sociedad. La Educación Superior tiene una indudable responsabilidad en la formación de
profesores para todo el sistema educativo, asà como en la consolidación de la investigación
pedagógica y la producción de contenidos educativos. Los Estados deben asumir en su
plenitud la prioridad de garantizar una educación de calidad para todos, desde la educación
inicial hasta la superior. En este sentido, las polÃticas de acceso a la Educación Superior
deben también considerar la necesidad de la implementación de programas de enseñanza
e investigación de calidad en los postgrados.
11 - Hay que reconocer al cuerpo docente como actor fundamental del sistema educativo,
garantizando su formación, capacitación permanente, adecuadas condiciones laborales y
regÃmenes de trabajo, salario y carrera profesional que permitan hacer efectiva la calidad
en la enseñanza y la investigación.
12 - Es indispensable garantizar la universalización de la educación media. Igualmente, la
incorporación de toda la población a las dinámicas del conocimiento exige, por parte de las
instituciones de Educación Superior, el desarrollo de alternativas y trayectorias educativas
conducentes a certificaciones para el trabajo, la alfabetización digital y el reconocimiento,
de experiencias y saberes adquiridos fuera de los sistemas formales. En este sentido, debe
rescatarse, entre otras, la experiencia de las Universidades Populares de los inicios del
reformismo universitario.
13 - Las instituciones de Educación Superior de la región necesitan y merecen mejores
formas de gobierno, capaces de responder a las transformaciones demandadas por los
contextos internos y externos. Eso exige la profesionalización de los directivos y una
vinculación clara entre la misión y propósitos de la institución y los instrumentos de gestión.
D - Valores sociales y humanos de la Educación Superior
1 - Es preciso hacer cambios profundos en las formas de acceder, construir, producir,
transmitir, distribuir y utilizar el conocimiento. Como ha sido planteado por la UNESCO en
otras oportunidades, las instituciones de Educación Superior, y, en particular, las
Universidades, tienen la responsabilidad de llevar a cabo la revolución del pensamiento,
pues ésta es fundamental para acompañar el resto de las transformaciones.
2 - Reivindicamos el carácter humanista de la Educación Superior, en función del cual ella
debe estar orientada a la formación integral de personas, ciudadanos y profesionales,
capaces de abordar con responsabilidad ética, social y ambiental los múltiples retos
implicados en el desarrollo endógeno y la integración de nuestros paÃses, y participar
activa, crÃtica y constructivamente en la sociedad.
3 - Es necesario promover el respeto y la defensa de los derechos humanos, incluyendo: el
combate contra toda forma de discriminación, opresión y dominación; la lucha por la
igualdad, la justicia social, la equidad de género; la defensa y el enriquecimiento de
nuestros patrimonios culturales y ambientales; la seguridad y soberanÃa alimentarÃa y la
erradicación del hambre y la pobreza; el diálogo intercultural con pleno respeto a las
identidades; la promoción de una cultura de paz, tanto como la unidad latinoamericana y
caribeña y la cooperación con los pueblos del Mundo. Ãstos forman parte de los
compromisos vitales de la Educación Superior y han de expresarse en todos los
programas de formación, asà como en las prioridades de investigación, extensión y
cooperación interinstitucional.
4 - La Educación Superior, en todos los ámbitos de su quehacer, debe reafirmar y
fortalecer el carácter pluricultural, multiétnico y multilingüe de nuestros paÃses y de nuestra
región.
5 - Las instituciones de Educación Superior deben avanzar en la configuración de una
relación más activa con sus contextos. La calidad está vinculada a la pertinencia y la
responsabilidad con el desarrollo sostenible de la sociedad. Ello exige impulsar un modelo
académico caracterizado por la indagación de los problemas en sus contextos; la
producción y transferencia del valor social de los conocimientos; el trabajo conjunto con las
comunidades; una investigación cientÃfica, tecnológica, humanÃstica y artÃstica fundada en
la definición explÃcita de problemas a atender, de solución fundamental para el desarrollo
del paÃs o la región, y el bienestar de la población; una activa labor de divulgación,
vinculada a la creación de conciencia ciudadana sustentada en el respeto a los derechos
humanos y la diversidad cultural; un trabajo de extensión que enriquezca la formación,
colabore en detectar problemas para la agenda de investigación y cree espacios de acción
conjunta con distintos actores sociales, especialmente los más postergados.
6 - Es necesario promover mecanismos que permitan, sin menoscabo de la autonomÃa, la
participación de distintos actores sociales en la definición de prioridades y polÃticas
educativas, asà como en la evaluación de éstas.
E - La educación cientÃfica, humanÃstica y artÃstica y el desarrollo integral sustentable
1 - La Educación Superior tiene un papel imprescindible en la superación de las brechas
cientÃficas y tecnológicas con los paÃses hoy más desarrollados y al interior de la región. La
existencia de dichas brechas amenaza con perpetuar en nuestros paÃses situaciones de
subordinación y pobreza. Se requiere incrementar la inversión pública en ciencia,
tecnologÃa e innovación, asà como la formulación de polÃticas públicas para estimular una
creciente inversión por parte de las empresas. Estas inversiones deben estar dirigidas al
fortalecimiento de las capacidades nacionales y regionales para la generación,
transformación y aprovechamiento del conocimiento, incluyendo la formación calificada, el
acceso a la información el equipamiento necesario, la conformación de equipos humanos y
comunidades cientÃficas integradas en red.
2 - Las polÃticas nacionales, regionales e institucionales deben estar encaminadas
fundamentalmente a lograr una transformación de los modelos de relación entre los grupos
de investigación académica y los usuarios del conocimiento, sean estos empresas de
producción, servicios públicos o comunidades, de forma que las necesidades sociales y
productivas se articulen con las capacidades académicas, conformando lÃneas de
investigación prioritaria.
3 - El desarrollo de las capacidades cientÃficas, tecnológicas, humanÃsticas y artÃsticas con
clara y rigurosa calidad debe estar vinculado a una perspectiva de sustentabilidad. El
agotamiento del modelo predominante de desarrollo se evidencia en la contraposición entre
las necesidades humanas, los modelos de consumo y la conservación de la habitabilidad
del Planeta. Se trata de propiciar enfoques que apunten a combinar la atención de los
problemas sociales, económicos y ambientales, reduciendo el hambre, la pobreza y la
inequidad, a la vez que se mantienen la biodiversidad y los sistemas de soporte de la vida
en la Tierra. La educación es crucial para transformar valores que hoy estimulan un
consumo no sustentable. Las instituciones de conocimiento tienen un papel fundamental en
la orientación de las nuevas tecnologÃas y la innovación hacia sistemas de consumo-
producción que no condicionen las mejoras en el bienestar al consumo creciente de
energÃa y materiales.
4 - Las nuevas tecnologÃas convergentes forman parte de la dinámica contemporánea del
desarrollo cientÃfico-técnico que transformará a las sociedades en el curso de las próximas
décadas. Nuestros paÃses deberán sortear nuevos y difÃciles desafÃos para poder generar y
utilizar este conocimiento e introducirlo y adaptarlo a metas sociales y económicas. Es
necesario prestar especial atención a las barreras y potenciar la construcción de bases y
plataformas cientÃfico-tecnológicas endógenas.
5 - El proceso de construcción de una agenda en ciencia, tecnologÃa e innovación
compartida por la universidad latinoamericana y caribeña debe apuntar a generar el
conocimiento que nuestro desarrollo y el bienestar que nuestros pueblos demandan. Debe
también propiciar una actividad cientÃfica fundada en las necesidades sociales y una
creciente comprensión de la ciencia como un asunto público que concierne a la sociedad en
su conjunto.
6 - Debe incrementarse la difusión y la divulgación del conocimiento cientÃfico y cultural a la sociedad, dando a los ciudadanos la oportunidad de participar en las decisiones sobre
asuntos cientÃficos y tecnológicos que puedan afectarlos directa o indirectamente,
buscando convertirlos en soporte conciente de ellas, y al mismo tiempo abriendo el sistema
cientÃfico a la crÃtica social.
7 - Tan importantes como la generación y socialización del conocimiento en las áreas de
ciencias exactas, naturales y tecnologÃas de producción son los estudios humanÃsticos,
sociales y artÃsticos con el fin de fortalecer perspectivas propias para el abordaje de
nuestros problemas, responder a los retos en materia de derechos humanos, económicos,
sociales y culturales, equidad, distribución de la riqueza, integración intercultural,
participación, construcción democrática y equilibrio internacional, asà como de enriquecer
nuestro patrimonio cultural. Es indispensable acortar las distancias entre los campos
cientÃficos, técnicos, humanÃsticos, sociales y artÃsticos, entendiendo la complejidad y
multidimensionalidad de los problemas y favoreciendo la transversalidad de los enfoques,
el trabajo interdisciplinario y la integralidad de la formación.
8 - La formación de postgrado resulta indispensable para el desarrollo de la investigación
cientÃfica, tecnológica, humanÃstica y artÃstica, basada en criterios rigurosos de calidad. El
postgrado ha de estar fundamentado en lÃneas activas de investigación y creación
intelectual para garantizar que sean estudios que promuevan las más altas calificaciones
profesionales y la formación permanente, contribuyendo efectivamente a la generación,
transformación y socialización del conocimiento.
F - Redes académicas
1 - La historia y los avances construidos desde el ámbito de la cooperación han hecho a
nuestras instituciones de Educación Superior actores con vocación de integración regional.
Es mediante la constitución de redes que las instituciones de Educación Superior de la
región pueden unir y compartir el potencial cientÃfico y cultural que poseen para el análisis y propuesta de solución a problemas estratégicos. Dichos problemas no reconocen fronteras
y su solución depende de la realización de esfuerzos mancomunados entre las
instituciones de Educación Superior y los Estados.
2 - Las redes académicas a escala nacional y regional son interlocutores estratégicos ante
los gobiernos. Son, asimismo, los protagonistas indicados para articular de manera
significativa identidades locales y regionales, y colaborando activamente en la superación
de las fuertes asimetrÃas que prevalecen en la región y en el mundo frente al fenómeno
global de la internacionalización de la Educación Superior.
G - La emigración calificada
1 - Un tema que merece la mayor atención es la prevención de la sustracción de personal
de alta calificación por vÃa de la emigración. La existencia de polÃticas explÃcitas por parte
de paÃses industrializados para la captación de dicho personal proveniente de los paÃses
del Sur significa, en muchos casos para éstos, la pérdida de capacidades profesionales
indispensables. Resultan impostergables polÃticas públicas que atiendan al problema en su
complejidad, salvaguardando el patrimonio intelectual, cientÃfico, cultural, artÃstico y
profesional de nuestros paÃses.
2 - La emigración se ve acelerada por el reclutamiento de jóvenes profesionales de la
región por parte de los paÃses centrales, para atender la disminución de su población
estudiantil universitaria. Ello podrá enfrentarse mediante la apertura de ámbitos locales de
trabajo acordes con sus capacidades, y el aprovechamiento, a través de mecanismos que
minimicen el impacto de las pérdidas, de las ventajas estratégicas que puede significar la
emigración calificada en otras regiones para el paÃs de origen cuando éste no pueda
absorberla directamente.
H - Integración regional e internacionalización
1 - Es fundamental la construcción de un Espacio de Encuentro Latinoamericano y
Caribeño de Educación Superior (ENLACES), el cual debe formar parte de la agenda de
los gobiernos y los organismos multilaterales de carácter regional. Ello es básico para
alcanzar niveles superiores que apunten a aspectos fundamentales de la integración
regional: la profundización de su dimensión cultural; el desarrollo de fortalezas académicas
que consoliden las perspectivas regionales ante los más acuciantes problemas mundiales;
el aprovechamiento de los recursos humanos para crear sinergias en escala regional; la
superación de brechas en la disponibilidad de conocimientos y capacidades profesionales y
técnicas; la consideración del saber desde el prisma del bienestar colectivo; y la creación
de competencias para la conexión orgánica entre el conocimiento académico, el mundo de
la producción, el trabajo y la vida social, con actitud humanista y responsabilidad
intelectual.
2 - En el marco de la consolidación del ENLACES, es necesario acometer:
a. la renovación de los sistemas educativos de la región, con el objeto de lograr
una mejor y mayor compatibilidad entre programas, instituciones, modalidades
y sistemas, integrando y articulando la diversidad cultural e institucional;
b. la articulación de los sistemas nacionales de información sobre Educación
Superior de la región para propiciar, a través del Mapa de la Educación
Superior en ALC (MESALC), el mutuo conocimiento entre los sistemas como
base para la movilidad académica y como insumo para adecuadas polÃticas
públicas e institucionales.
c. el fortalecimiento del proceso de convergencia de los sistemas de evaluación y
acreditación nacionales y subregionales, con miras a disponer de estándares y
procedimientos regionales de aseguramiento de la calidad de la Educación
Superior y de la investigación para proyectar su función social y pública. Los
procesos de acreditación regionales deben estar legitimados por la
participación de las comunidades académicas, contar con la contribución de
todos los sectores sociales y reivindicar que calidad es un concepto
inseparable de la equidad y la pertinencia;
d. el mutuo reconocimiento de estudios, tÃtulos y diplomas, sobre la base de
garantÃas de calidad, asà como la formulación de sistemas de créditos
académicos comunes aceptados en toda la región. Los acuerdos sobre
legibilidad, transparencia y reconocimiento de los tÃtulos y diplomas resultan
indispensables, asà como la valoración de habilidades y competencias de los
egresados y la certificación de estudios parciales; igualmente hay que dar
seguimiento al proceso de conocimiento reciproco de los sistemas nacionales
de postgrado, con énfasis en la calidad como un requisito para el
reconocimiento de tÃtulos y créditos otogardos en cada uno de los paÃses de la
región.
e. el fomento de la movilidad intraregional de estudiantes, investigadores,
profesores y personal administrativo, incluso a través de la implementación de
fondos especÃficos;
f. el emprendimiento de proyectos conjuntos de investigación y la creación deredes de investigación y docencia multiuniversitarias y pluridisciplinarias;
g. el establecimiento de instrumentos de comunicación para favorecer la
circulación de la información y el aprendizaje;
h. el impulso a programas de educación a distancia compartidos, asà como el
apoyo a la creación de instituciones de carácter regional que combinen la
educación virtual y la presencial;
i. el fortalecimiento del aprendizaje de lenguas de la región para favorecer una
integración regional que incorpore como riqueza la diversidad cultural y el
plurilingüismo.
3 - En el plano internacional es preciso fortalecer la cooperación de América Latina y el Caribe con las otras regiones del Mundo, particularmente la cooperación Sur-Sur y, dentro de ésta, con los paÃses africanos.
La Conferencia encomienda al IESALC designar una comisión encargada de presentar a la brevedad una hoja de ruta que permita la integración progresiva de las instituciones de Educación Superior de la región.
Los participantes en este encuentro reconocen la labor enjundiosa realizada por el
Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO) en la preparación y realización de este evento, que ha
permitido recoger la opinión de la comunidad académica regional con miras a la
Conferencia Mundial de Educación Superior, ParÃs 2009.
La integración académica latinoamericana y caribeña es una tarea impostergable. Es
necesaria para crear el futuro del Continente. Los participantes de la CRES 2008 ratifican el compromiso de asegurar esta tarea. Tenemos la obligación y la responsabilidad de crear un futuro propio.
Decimos con Gabriel GarcÃa Márquez, desde su sentida Colombia, que nos toca avanzar hacia âuna nueva y arrasadora utopÃa de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierraâ.
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