En una entrevista que tuvo su airecillo de despedida, el gobernador Eduardo Fellner habló de polÃtica en la radio. Sin eufemismos, adelantó que su Gobierno y el Peronismo apoyarán con todas las fuerzas al presidente Kirchner cuando éste plebiscite su gestión en las próximas elecciones y sostuvo que de hecho, también será un plebiscito en el orden provincial. Además, Fellner dejó una definición inquietante: que está âagotadoâ -dijo- âen el sentido de haber pedido esfuerzo, de haber pedido acompañamiento en demasÃa durante las duras crisis que se vivieronâ. Hizo otras consideraciones que robustecen las conjeturas según las cuales está decidido a dejar el sillón de Fascio, ¿después de diciembre o dentro de dos años?, para recalar en algún alto cargo de la polÃtica nacional. En algunos tramos de la nota dio la impresión que el viejo tema del âmicroclimaâ (soledad del poder, obsecuencia de algunos funcionarios muy cercanos, demasiados problemas o lo que sea) del que se habla en ámbitos del Movimiento Justicialista local, aunque en otros términos, âle ha hecho perder criterio de realidad para adentroâ.
-Después de lo que he pasado yo, de lo que ha pasado en Jujuy, de los tiempos en que a mà me ha tocado gobernar la provincia, tengo muy en claro que estoy atado a la suerte del presidente. Si a él le va bien, a mà me irá bien. Si Kirchner renguea en su gestión, voy a renguear en la mÃa y si Kirchner, por alguna circunstancia se tiene que ir, yo también tendré que hacerlo porque ya no tengo ni ganas, ni voluntad polÃtica, ni fuerzas, ni creo en nada más después de tantas cosas que hemos vivido en estos años, tanto en el orden nacional como provincial. ¿Que pueden venir hombres mejores? Con toda seguridad ¿Que pueden venir ideologÃas mejores? Con toda seguridad. Pero yo ya estoy agotado, agotado en el sentido de haber pedido esfuerzo y acompañamiento en demasÃa. La gente me ha acompañado, primero lo hizo mi Partido; también mis funcionarios que han jugado todo lo que tenÃan que jugar, cuando decidà apostar a un cambio fuerte, después de hacer una autocrÃtica que realmente fue sincera, y entonces no creo que esté en condiciones de pedir nuevamente un cambio, de pedir nuevamente un esfuerzo, nuevamente una autocrÃtica y nuevamente que me acompañen en otros desafÃos; encaré todos los posibles en polÃtica con el presidente Kirchner y estoy sujeto a su suerte. Muchos compañeros me dicen que estoy equivocado, que es una locura que como polÃtico manifieste y exprese estas cosas. Pero es lo que siento y lo que pienso.
-No me esperaba este tipo de definiciones...
-Y no tengo que disfrazarme de pingüino para hacerlas. Hay otros que se disfrazan de pingüino para decir que son kirchneristas. No necesito eso. Lo que no significa tampoco que esté en un ciento por ciento con lo que hace y dice el Presidente Kirchner. No, no. Tengo muchas diferencias, pero creo en él, en su sinceridad y en las polÃticas que quiere implementar.
-O sea como conductor...
-Y estoy jugado con en él. Como conductor de una idea. Cuando yo vine a Jujuy un dÃa y dije el oficialismo de Jujuy -que gobierna- va a jugar la candidatura de Kirchner. Mucho más fácil era decir vamos a jugar por la candidatura de Menem. Nos habÃamos dado cuenta, y a esto lo vinimos diciendo no de repente, sino que venÃamos haciendo un discurso de que habÃa que transformar muchas cosas, de que nos estábamos equivocando, que no podÃamos construir una provincia de nuevo con miles de excluidos y marginados. Que no podÃamos seguir con el sálvese quien pueda, que tenÃamos que tener una actitud mucho más solidaria y una estrategia de región. Lo venÃamos diciendo y lo encontramos a Kirchner que encaraba esta ideas, no que era un conductor natural de un grupo del peronismo como a lo mejor lo fue Menem que en su campaña el slogan era âsÃganme, no los voy a defraudarâ y asà nos fue. Este no decÃa âsÃganmeâ; decÃa, âdénme una mano en sus orÃgenes y lo que están pensando, lo ejecutemos juntosâ. Entonces fue una forma de compartir ideas, proyectos, una visión distinta o una ideologÃa distinta de cómo transformar las cosas.
-¿Cómo ves la cuestión de la interna bonaerense que está indisolublemente ligada a la conducción del peronismo y del paÃs?
-Lo respeto a Duhalde como un hombre que puso mucho para normalizar la Argentina. Lo hizo acertadamente, asumió el sacrificio y hasta tuvo la decisión oportunÃsima de irse antes de terminar su mandato. Y creo que se ha ganado un lugar en la historia como el presidente que evitó que el paÃs cayera en un derramamiento de sangre imparable, en una crisis institucional, a lo mejor en nuevo gobierno que no hubiera sido democrático. Creo que Duhalde pudo encaminar a Argentina, después de haber caÃdo De la Rúa, de haber asumido Camaño, otros dÃas Puerta, siete dÃas RodrÃguez Saá, resolviéndolo bien porque encontró una salida democrática. No me olvido de la muerte de los dos piqueteros, pero fueron hechos aislados, que podrÃan haber sido males mucho mayores.
-Pero volviendo a la situación actual...
-SÃ, creo que esta elección legislativa del 2005 es un punto de inflexión en el gobierno de Kirchner. De alguna manera, él lo considera asÃ. No nos debemos olvidar que gobierna con un alto porcentaje de adhesión de la gente, pero llegó a la Presidencia con solamente el 22 % del electorado. Hoy gobierna en función de la adhesión de la gente y de las encuestas, pero no se puede sostener un gobierno con encuestas. Eso se tiene que transformar en votos. A Kirchner no le ha ido mal con el parlamento constituido como hoy está, pero tiene derecho a plebiscitar, como lo está diciendo, su gestión de gobierno en estas elecciones. Plebiscitar quiere decir poner a consideración del electorado su propia gestión y pedirle a los argentinos que lo acompañen votándole a los candidatos que él defina en cada una de las provincias. En el caso de Jujuy, lo he dicho antes, mi gobierno está alineado con el presidente, se siente parte de este gobierno nacional, se siente co-responsable de este gobierno nacional, no en todo -tenemos nuestras disidencias- pero lo lógico es que su polÃtica se aplique en Jujuy. De hecho, se está aplicando, lo estamos siguiendo al presidente en muchas de sus polÃticas. El presidente resolvió tener una ley de responsabilidad fiscal porque no podÃa sacar la coparticipación federal y Jujuy fue la primera provincia que adhirió. También fue la primera que firmó el Programa de Financiamiento Ordenado porque es la compensación que el presidente quiere dar al no poderse discutir la coparticipación, por oposición de otros y por no tener las mayorÃas necesarias. Como estas hay muchÃsimas lÃneas de acción y de definiciones en las que nosotros seguimos al Gobierno Nacional. Entonces, estas elecciones tendrán caracterÃsticas muy especiales: no son para hacerse el burro, no son para hacerse el prescindente ni equilibrar situaciones. Por eso es que los candidatos no pueden ser cualquiera. Y entonces, no da lo mismo que gane fulano o mengano. Tiene que ganar fulano que es el que el presidente va a apoyar, por decisión propia, por acuerdo con los gobernadores. Y donde se pueda, con el Partido Justicialista. Esto ha quedado absolutamente definido y en el caso de Jujuy, no cabe ninguna duda de que si el presidente va a plebiscitar su gestión, yo haré lo propio con la mÃa. Si estamos siguiendo la polÃtica general de la Nación es lógico que la consecuencia sea que vayamos a plebiscitar la gestión provincial; entonces no da lo mismo quien gane la interna ni cómo se planteará la propia interna.
-No va a ser fácil...
-Siempre ha sido el acuerdo un signo de mi gobierno. Hablo con todos, con el poderoso y con el más humilde de todos. Con el empresario y con el desocupado; con todos los sectores de la Iglesia, con todos los sectores del PJ y también de la UCR y de los otros partidos. Con las condiciones existentes cuando llegué al gobierno sólo quedaba dialogar con todos y buscar normas de convivencia y de equilibrio. No hice desaparecer a ningún sector interno del Peronismo, como muchos otros intentaron hacer y crearon su propio espacio, excluyendo a los demás. ¿Que podrá haber gente que no está adecuadamente contenida? Seguro; en todos hay errores, equivocaciones, hay prescindencia o uno se olvida de alguien, es cierto, lo reconozco. Alguna vez un compañero me dijo que me habÃa olvidado de los históricos del PJ y es verdad. Hay que buscar los canales de diálogo y lo estoy haciendo, quizás los encuentre, quizás no, porque a lo mejor me rechazan. Pero también es cierto que ha habido todos estos años un oficialismo y una oposición interna.
-Lo que no puedo imaginar frente a este discurso tuyo, con definiciones sorprendentes para lo que es tu estilo dicho sea de paso, es ¿cómo vas a hacer con los bichos que el PJ siempre impone, de una manera u otra en más de un 60 % de las listas? (No sé si compartimos la definición de bicho)
-Claro que es difÃcil. Es difÃcil el Peronismo y es difÃcil la polÃtica. A todos los bichos no los vamos a matar juntos. Es difÃcil. Hay que irse peleando de a poco con ellos y sacando a algunos, aguantando a otros. Insisto, creo que hasta el último dÃa que me toque gobernar, cuando sea que me tenga que ir, va a ser apostando al diálogo, que significa no solamente decir sino también escuchar. No es necesariamente compartir; se puede disentir en los criterios, en las ideas, disentir en los nombres, pero siempre tratando de acordar . Voy a acordar para tratar que el PJ no tenga divisiones. Si se logra, será para bien.
-Me da la impresión que el PJ va a ser el único que va a ir a las tan mentadas internas abiertas, lo cual, más allá de plantear quizás un buen debate público, se va a convertir en la interna de todos; para muestra las acciones promovidas por Gerardo Morales en medio el conflicto entre la comuna de Palpalá y Agua de los Andes.
-Primero: a esta interna no le voy a dar demasiada bolilla. Voy a seguir con lo mÃo. Lo tengo muy en claro: la mejor campaña que se puede hacer es gestión de gobierno todos los dÃas. Discursos, actos, reuniones, bolsitas de mercaderÃa no sirven para nada en las condiciones en que la gente está. La gente quiere otras cosas, que se solucionen sus problemas. Que cuando se levante a la mañana, pueda tomar el colectivo y que el colectivo funcione, que no se tenga que meter en el barro para poder subir; que vaya a su trabajo y pueda llegar con tranquilidad y no que haya un corte en la calle; que termine de trabajar y le paguen sus sueldos al dÃa; que sus hijos tengan clases; que cuando va al hospital lo atiendan adecuadamente y si no tiene plata para los remedios a través del programa Remediar pueda tener los remedios para su hijo, para sà mismo. Gestionando, dando solución a todos esos temas, de todos los dÃas, es la mejor campaña polÃtica que se puede hacer. De todas maneras, ojalá que se dé lo que vos decÃs: que la campaña electoral termine siendo una rica discusión polÃtica. Ahora, si pasa por empezar con denuncias, con pintadas atrevidas, denuncias penales y panfleteadas en la cancha de Gimnasia... Miente, miente y algo quedará, decÃa un actual diputado de la oposición. Si recurrimos a eso, bastardeamos la elección y la polÃtica que hoy, de a poco y gracias a la figura de Kirchner, se está recuperando, porque la gente empieza a volver a tener confianza en los dirigentes como él que no le mienten. Es el tipo que le dice: no voy a negociar con el hambre de mi pueblo y no lo está haciendo. Es un tipo que dice âyo quiero recuperar el salario de los trabajadoresâ y está haciendo el esfuerzo por lograrlo. Es un tipo que dijo que iba a respetar al interior del paÃs y lo hace a través de la inversión en la obra pública y de las polÃticas sociales. Bajan los Ãndices de desnutrición porque se trabaja en serio. Eso, la gestión y no el discurso, es lo que está generando que la gente vuelva a tener confianza en alguien que no le miente todos los dÃas. Tuvimos presidentes que mentÃan todos los dÃas, salÃan a decir una cosa y hacÃan otra. Entonces, ojalá se llegue a una discusión polÃtica, doctrinaria, de contenidos, en serio y no al bastardeo que ya conocemos.
RECONOCIMIENTOS
Le debo todo al Peronismo que me llevó al lugar donde estoy. Segunda definición: a Jujuy. A mà a lo mejor en varias oportunidades la provincia me tendrÃa que haber echado a patadas del gobierno; me refiero a los momentos dificilÃsimos que tuvimos que pasar y sin embargo, me votaron. Algunos me creyeron un poco más, otros un poco menos; me entendieron, me bancaron y fuimos saliendo del desastre. Un punto clave fue cuando siendo ministro de EconomÃa Cavallo, nos cerró la canilla del Fondo Fiduciario, pasó los descuentos de todos los bancos de deuda pública al Banco Nación, nos afectó toda la coparticipación y no recibimos un peso y la gente aguantó dos meses. Los jujeños me apoyaron y mucho, incluidos los dirigentes más duros del Frente Estatal, y la propia oposición; me ayudaron y me acompañaron cuando dije es tan grave la situación que tenemos que jugarnos el todo por el todo y eso significaba hacerle un juicio a Cavallo y al Estado Nacional, en agosto del 2001. Fuimos y lo demandamos ante la Suprema Corte para que nos pagaran la coparticipación porque sino desaparecÃamos como provincia. Lo que generó que once provincias justicialistas nos siguieran y lo llevó a Cavallo a buscar una salida, que fueron los Lecop. En esa circunstancias, a mà me entendieron. Un trabajador estatal que durante dos meses no cobraba sus sueldos, me tendrÃa que haber echado a patadas. Soy un agradecido para siempre de ese entendimiento; lo tengo que reconocer durante toda mi vida. No porque hoy esté bien, porque esté peleando de nuevo con los estatales las diferencias si van o no van, si me alcanza o no me alcanza, me voy a enojar con ellos. No, yo me acuerdo de esas circunstancias y eso me da un margen de entendimiento distinto.
EL FUTURO
Todo tiene un tiempo. En algún momento hablé de reformar la Constitución y me dijeron que no; que yo estaba buscando un tercer mandato, lo que no era cierto. No me habrán escuchado nunca hablar de la reelección indefinida en Jujuy. Creo que hay una cláusula constitucional que dice cómo debe ser, o sea dos mandatos, yo ya voy a cumplir el segundo y no tengo más posibilidades de ser reelecto.
Jujuy sigue necesitando de moderación, de equilibrio y de reglas de juego. No sé si ha llegado el momento de hablar de nombres y de sectores. Tal vez más adelante sea esa la discusión, pero si acá llega a gobernar un solo sector desequilibra a los otros y Jujuy volverá a ser lo que fue. Hay muchos que tienen vocación de poder, pero eso sin vocación de servicio. Hay que buscar reglas de juego, donde el poderoso económicamente juegue en el mismo ámbito que el que no tiene un peso; donde hábil en movilizaciones comprenda que la fuente de producción es de otro; en fin, donde las reglas de juego vayan equilibrando el funcionamiento de los sectores. El tema de los medios de comunicación ha sido un problema en los gobiernos anteriores y en la estabilidad polÃtico-institucional de la provincia. Creo que todo tiene que tener reglas de juego claras.
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