Un libro que plasma una investigación de Ariadna Tabera, sobre discursos de diputadas jujeñas de 1998, en el que se descubre la especificidad del discurso femenino en el ámbito político

      La forma en que nos mostramos mediante el discurso, lo que decimos y cómo lo decimos, la superficie del texto y, a través de ella, su contenido, como resultado del acto de enunciación, son el material que permite, a través del análisis, ver cómo nos construimos como sujetos respecto de nuestro contexto, es decir la realidad.
      El lugar de enunciación de la mujer política es la puesta en funcionamiento de un conjunto de teorías orientadas a escudriñar, debajo de la superficie del discurso, esos componentes que nos caracterizan como sujetos. La herramienta es un estudio de caso realizado en la Legislatura de Jujuy, atendiendo al discurso de las legisladoras, lo que abre las puertas a la reflexión acerca del particular modo de instaurarse en su propio discurso desarrollado por las parlamentarias, diferenciado, en el mismo contexto, del masculino. Esto, a su vez, instaura en esta investigación el tratamiento de aspectos lingüísticos y textuales desde una perspectiva de género.
      El problema concreto que aborda el libro es el de la autoridad y la legitimidad que tiene la palabra en boca de determinado enunciador en una situación especial, esto es: el discurso de las parlamentarias de la Legislatura de Jujuy durante las sesiones, en particular en un conjunto de sesiones ordinarias de 1998, un momento político muy peculiar, de inestabilidad y debilidad del ejecutivo provincial. Sobre las versiones taquigráficas de esas sesiones, Tabera establece una serie de relaciones entre el discurso de los legisladores varones y el de las mujeres, relaciones que, mediante la aplicación de distintos modelos, tanto de orden lingüístico y sociolingüístico, como semiótico y del análisis de discurso, llevan a un conjunto de conclusiones en el que se aprecia con toda claridad la especificidad del discurso femenino en relación al masculino en esa situación especial que constituyen las sesiones.
      Una reseña histórica de los movimientos feministas en el mundo, desde sus comienzos hasta la actualidad, en la primera parte del libro, sirve de marco a una problemática discursiva que queda incluida en un ámbito mayor: las cuestiones de género. Este capítulo se cierra con un pantallazo sobre el feminismo en Argentina y un comentario acerca de las entrevistas realizadas a las diputadas jujeñas de 1998 y al trabajo sobre sus declaraciones en medios periodísticos, un relevamiento que viene a completar las operaciones sobre el corpus de las sesiones, mediante un discurso menos estereotipado y más espontáneo, en el que las legisladoras se expresan acerca de la cuestión central del libro.

      El segundo capítulo expone el funcionamiento de la Cámara, es decir que en él se da cuenta de todas las particularidades y convenciones que caracterizan a ese discurso “peculiar” del que hablábamos más arriba. Sirve de paso para conocer el funcionamiento del cuerpo, que no es sencillo y, mediante cuadros y explicaciones, se comprende con toda claridad.
      El análisis del uso de las palabras de la mujeres durante las sesiones es analizado en el capítulo tres, allí se hace un examen cuantitativo, teniendo en cuenta la frecuencia y volumen o extensión del uso de la palabra respecto de las huellas de afectividad y de subjetividad, y cualitativo de los discursos, puestos siempre en relación a las expresiones de los varones como parámetro.
      Finalmente hay un capítulo de conclusiones en el que se reúne y sistematiza los datos extraídos del análisis del debate, originando notables reflexiones, no ya de orden analítico sino más bien interpretativo.
      Este libro se hace de interés para especialistas y aficionados a las ciencias del lenguaje, tanto de la vertiente semiótica como de la lingüística, del historiador, el especialista en género y el preocupado por las ciencias políticas. En fin, para todo el que busque una clave más acerca del sujeto en sociedad, en tanto éste puede verse a través de las marcas de su propia presencia en el discurso.

PARLAMENTO
      â€œEs oportuno mencionarlo y está expresado en las páginas del libro, que la sola circunstancia de que una escritora haya realizado su trabajo de investigación en el ámbito de la Legislatura, un poder que no se caracteriza precisamente por su buena imagen ante la opinión pública, para mí, para nosotros, es un hecho muy importante” destacó Walter Barrionuevo, vice gobernador de la provincia, a la hora de decir unas palabras, como anfitrión, durante la presentación del libro “Discurso parlamentario. El lugar de enunciación de la mujer política”.
      El acto, que tuvo lugar en el salón “Marcos Paz” de la Cámara, contó con la presencia de numerosos representantes del quehacer cultural local, de la UNJu, periodistas, funcionarios y legisladores, dirigentes políticos y sindicales, entre ellos, muchas mujeres que actúan y actuaron en los espacios antes mencionados, sobre todo en la misma Legislatura o el Congreso de la Nación.
Barrionuevo también destacó sobre la obra, editada por la Legislatura, que “me impresionó el rigor científico con que están enfocadas sus distintas variantes y vertientes y creo que era una obligación, no sólo institucional, coadyuvar desde este espacio a la publicación y difusión del libro, como una forma de reconocimiento al trabajo en sí, y ainvestigadora que por más de un año trabajó en nuestros archivos, elaborando y escribiendo con la mirada de su especialidad, pero finalmente sobre la dinámica que se desarrolla en este parlamento”.

      â€œEste trabajo tiene una gran calidad política, porque la ciencia no es neutral, ninguna producción humana lo es; lo que me impactó fue que la autora toma partido y se ubica en lo que intenta, usando conceptos provenientes de la lingüística y los aportes del feminismo, con lo que logra poner, con lo que logra poner un poco de luz en estas diferencias de los discursos de mujeres y varones” dijo Liliana Louys, docente e investigadora de la Facultad de Humanidades,
      Amplió señalando que “me impactó el análisis de los textos, algo sumamente interesante, y un denominador común en los discursos de las mujeres parlamentarias, ya que está encuadrado en el contexto de una profunda crisis institucional, en el año que se toma la referencia, cuando la actividad político-partidaria estaba bastante más devaluada y es muy significativo que, a partir del análisis, pueda verse claramente que el lugar de enunciación de las mujeres es o un yo, que tienen que ver con su compromiso personal y que relama para su rol de legisladora; o un deber que apela a la ética, al deber de la función; en cambio en los varones, la referencia a su yo o a sus nosotros tiene que ver con el bloque o el partido, desdibujado en ese colectivo”.
      Posteriormente, Louys enfatizó, no sin ironía, “Como las mujeres, que son minoría en una Cámara que nunca sancionó la Ley de Cupos (Jujuy es una de las dos provincias que no la tiene) y las mujeres, legisladoras o no, desde hace quince años, hemos reclamado un acto de grandeza a la mayoría masculina de esta Cámara, no ya de un 30% sino de un 50% que todavía estamos esperando” enlazando el punto anterior con “es un libro que vale la pena leer, está escrito con un lenguaje muy claro, nos informa desde cómo funciona la Legislatura hasta su fundamento teórico, tanto desde la lingüística