Dispuesto a levantar las muchas veces olvidadas y tantas veces traicionadas banderas del Peronismo, el movimiento obrero jujeño está embarcado en el resurgimiento de las 62 Organizaciones Peronistas. y en ese marco, se inscribió la visita a Jujuy de tres dirigentes de la vieja guardia: el puntano Oraldo Britos, Andrés López y Ramón Landajo, hombres que conocieron al general Perón, que compartieron con él trabajos y exilios y que están dispuestos a mantener vivo su recuerdo. En esta charla en la radio, en la que estuvieron acompañados por el diputado jujeño Juan Leopoldo Duvaux, se habló de cómo se sale del peor momento de la clase obrera argentina.

      Para Oraldo Britos, “la política es recuperable, creo que en la actualidad estamos, diría, casi enfermos; le decía a algunos amigos socialistas y radicales que antes, en cada provincia, que encontrábamos ocho o diez dirigentes peronistas, dirigentes radicales y de otros partidos, de muy buen nivel, trascendentes al nivel nacional, verdaderos estadistas, cosa que ahora no sucede porque evidentemente mucha gente entra también a la vida política pensando que puede solucionar sus problemas económicos. La política no es un amor quinceañero, una calenturita de joven; es un amor para toda la vida, pensando que uno puede hacer un bien a la Patria, servirla. Y es lo que en los últimos tiempos, especialmente a partir de la muerte de los líderes y dirigentes que fueron jóvenes en los ’40, en los ’50, en los ’60 y empezó esta decadencia, esta falta de vocación, y esa es lo que estamos pagando. Pero por suerte emergen algunos compañeros y los grandes esfuerzos que está haciendo el propio presidente de la Nación, buscando sacar de esta situación en la que lamentablemente se metió el país. En lo que nos pasa, en la fuerte crisis nacional, tiene mucha responsabilidad la falta de capacidad política de Carlos Menem en su segundo mandato; de Fernando de la Rúa en su gobierno y nosotros, los trabajadores, que permitimos que las cosas avanzaran hasta este estado de cosas. Me siento culpable porque participé de un Congreso, que produjo legislación y apoyó medidas del ejecutivo nacional que perjudicaron especialmente a los trabajadores (a veces avalábamos las medidas, a veces no, pero salían igual), que fueron los que más sufrieron las consecuencias de la incapacidad política que hubo en muchos de nuestros dirigentes.

-El movimiento obrero argentino, precisamente desde los ‘50, nunca estuvo tan mal como ahora, para no hablar de la desocupación...
-De esto se sale si realmente se reinvierte en el país, porque aquí se han generado muchas riquezas en los últimos tiempos, especialmente en el campo. Nuestros padres, los cabecitas negras, se fueron a Buenos Aires porque el trabajo estaba en el puerto; los hijos de los cabecitas negras son los que se quedaron, son los bonaerenses y las fábricas se cerraron porque tuvimos esa etapa de crisis tan profunda que terminó ahondándose con De la Rúa cuando era presidente; pero el resto del país está caminando y creo que a corto plazo, con el esfuerzo que esta haciendo el gobierno para que existan inversiones, vamos a poder salir, porque a los argentinos lo único que nos va a permitir recuperarnos, es el trabajo.

      Si buscamos la unidad monolítica del movimiento obrero con las 62 Organizaciones y la CGT bien fuerte, los trabajadores van a tener cómo exigir que se cumpla con las promesas que haya hecho cualquier gobierno que venga y trabaje para su país. Cuando Perón vino, estábamos en manos de las empresas extranjeras. ¿Por que nacionaliza Perón? Para echar a todos los que se llevaban la riqueza y el esfuerzo del pueblo argentino.. ¿Qué pasó después de muchos años? Vino Menem y le entregó a los grandes capitales extranjeros las riquezas del país y hoy están actuando con nosotros de la misma manera que actuaban antes de que no estuviera Perón. Ellos son los dueños del país, hay miseria, hay esclavitud, que en la época de Perón no había”, dijo Andrés López, suboficial mayor retirado del Ejercito, a cargo del Destacamento Militar de la Residencia Presidencial de Olivos hasta septiembre de 1955.
      Por su parte, Ramón Landajo contó diversas anécdotas del gobierno y exilio de Juan Perón y expresó su optimismo respecto de una salida de la crisis, a partir de los objetivos que impulsa el presidente Kirchner buscando una más equitativa distribución de la riqueza.