Ariadna Tabera
Humahuaca TrÃo, con sede en esa ciudad quebradeña, tiene sus particularidades. Es un cuarteto, integrado por Apu Condorà (guitarra y voz), Gustavo Basanta (vientos andinos y voces), Juan Cruz Torres (charango y voces) y Pablo Narezo (bajo), a punto de editar su primer trabajo. Es una banda que se planta desde una búsqueda propia del folklore, lo que se mezcla con la visión rockera -beligerante- de una adolescencia tardÃa. En muchos sentidos Jaime Torres ha oficiado de padrino al rebautizarlos (antes se llamaba La Quebrada) y al ser en parte gestor de la salida de su primer disco.
-¿Cómo definirÃan la música que hacen?
-Apu: Al ángulo.
-Juan Cruz: Si hablamos de género, es folklore. Y si hablamos de lo que sentimos, lo que hacemos es renovar el folklore, que es lo que sentimos que a veces le falta. En nuestro grupo, Apu y Gustavo son autores de los temas que hacemos y lo que muestran es justamente esta idea de renovar. Aluden a Humahuaca, que es el lugar donde todos elegimos vivir (aunque no somos de ahÃ) y muestran la visión que tenemos de ese lugar. Claro que al folklore le agregamos la impronta de otras influencias.
-Pablo: SÃ, netamente es la influencia del rock. Todos pertenecemos a una generación marcada por este género.
-Apu: Yo compongo canciones, no es que hago una chacarera, por ejemplo. Y esas canciones da para mezclarlas con reggae, ska. También hicimos una adaptación con Gustavo de Al norte de PotosÃ, que es un tinku, que salió medio heavy y con claras reminiscencias a la música de Sumo.
-¿Cuáles son los recorridos de cada uno?
-Pablo: Somos todos pibes de 30 años y pertenecemos a una generación de rock. Yo soy el más nuevo de la agrupación y vengo del rock; ellos tienen una base de folklore importantÃsima y lindÃsima, pero siguen siendo pibes de 30 influenciados por el rock.
-Apu: Igualmente hay como varias corrientes. Gustavo viene del jazz; Juan, de escuchar la música de su viejo (Jaime Torres); yo la primera vez que escuché rock, tenÃa 14 años y no sabÃa ni cómo se tocaba. Y eso que vivÃa en Buenos Aires. A mà la música andina me marcó a fuego, en mi ámbito todo era folklore: yo bailaba en la Escuela Nacional de Danza con el Ballet de Nilda Viola. Al rock lo conocà de más grande y me encantó. Creo que el hecho de que todos hayamos sido criados en Buenos Aires le da a nuestra música una cosa ciudadana que se mete en la música andina. De hecho, tenemos mejor llegada con los turistas que con los jujeños de Humahuaca. Por ejemplo, con el tema Qué te pasa, culiao a mucha gente de Humahuaca le gusta y a muchos otros, no. Allá hay una radio, la FM Independencia, que nos pasa mucho. Y hay mucha gente que pide nuestros temas y otros que todo lo contrario, se quejan. Cuando fuimos a tocar a Salta, lo mismo. Fuimos a la televisión y cuando terminó el programa el teléfono hervÃa. Lo bueno es que no pasamos desapercibidos.
-El público de uds. es joven...
-Pablo: Nos capta más la gente joven, aunque también nos pasó en Purmamarca que la gente más grande se enganchó muy bien. La verdad es que creo que la música que hacemos es para esta generación. Tanto Apu como yo hacemos programas en esa FM y siempre piden que pasemos nuestros temas. El folklore es muy respetable y valorable, pero hay que ir más allá de Los Chalchaleros.
-Se apropian del folklore y lo adaptan.
-Pablo: Buscamos evolucionarlo. Pasó siempre y en todos los géneros.
-Gustavo: Yo siento que no hay que definirlo como una fusión: fusión de folklore con rock o de folklore con reggae. Si lo encasillamos, le estamos quitando libertad. Es lo que va surgiendo, lo que cada uno de nosotros puede dar musicalmente.
-¿Qué música escuchan?
-Gustavo: A mà me gusta mucho el jazz.
-Pablo: La base de jazz de Gustavo le da una riqueza muy linda al trabajo.
-Apu: A mà me gusta mucho el folklore, la música andina, Luis Rico, La Bersuit... Del Cuchi Leguizamón a Luis Rico. También escucho jazz.
-Juan Cruz: Escucho mucha música folklórica, que es lo que más me gusta. Y rock nacional, hay pocos clásicos del rock internacional que me gusta escuchar. A todos los respeto, pero no soy fanático.
-Apu: A mà el último disco del Paz MartÃnez me gusta. También me gusta la voz de LÃa Crucet, aunque no el género. ¡Qué se le va a hacer, tengo el gusto atrofiado!
-Pablo: Con Humahuaca TrÃo estamos muy influenciados por pop, reggae, rock, porque todos estamos bombardeados todo el tiempo por la música extranjera. Mientras que la riqueza de la música latinoamericana es increÃble.
-Apu: En ese mismo sentido, tengo que decir que Juan, Gustavo y yo participamos en bandas de sikuris y eso nos ha marcado mucho.
-Juan Cruz: Es música ancestral, que se comparte. Tiene una raÃz muy profunda. Y ese compartir es muy fuerte.
-Pablo: La música latinoamericana es muy rica, tiene una armonÃa compleja.
-Apu: Por ejemplo, escribir una chacarera es muy difÃcil teniendo en cuenta los cánones de la música occidental. En la música andina no encontramos las mismas reglas y estructuras que en la música occidental. Por ahà viene lineal, un dos cuarto y en el medio tiene un compás de tres cuartos o seis octavos: de binario pasa a ternario y después vuelve. Y eso al académico lo descoloca. Nosotros unimos esas dos âcorrientesâ; la academia siempre divide: o sos académico o sos intuitivo. Todos hemos estudiado un poco. Juan estudió en la Escuela de Música de Avellaneda, también Pablo. Yo estuve en la López Buchardo... Por otro lado, cuanto a la música latinoamericana, esa riqueza tiene mucho que ver con la raÃz indÃgena, pero también con lo que los indÃgenas hicieron a partir de los instrumentos europeos. Por ejemplo, el charango es una adaptación del laúd.
-¿Cómo se engancharon?
-Apu: La primera formación tenÃa otros integrantes, salvo yo. Me sentÃa muy limitado, yo tocaba el charango y necesitaba más vuelo en la viola, por eso lo llamé a Antonio, que ya no está; más vuelo en los vientos y entonces lo llamé a Gustavo, con quién yo ya habÃa tocado antes, porque él me habÃa invitado. También vino Juan, con el charango.
-Juan Cruz: Después de esa formación pasó un tiempo y en las definiciones de fin de año quedamos los tres, sin guitarra. De esto ya hace casi cuatro años.
-Apu: Lo que sumó Gustavo es muy importante porque es la parte de la melodÃa. Y hace cinco meses se sumó Pablo, en bajo.
-¿Cómo se dio la posibilidad de editar el primer disco?
-Juan Cruz: El anteaño pasado grabamos un demo en Tilcara, con Emiliano Gordillo. Con mucho esfuerzo lo logramos, porque esto significa mucho trabajo. En el 2003, mientras yo estaba en Buenos Aires le mostré el material a Jaime (Torres), y lo llevamos a una compañÃa, Pelo Music de Pelo Aprile. El nos hizo la propuesta de grabar el material, con producción ejecutiva, con mi viejo haciendo de nexo entre nosotros y la compañÃa. Y hoy tenemos ese material grabado, definiendo algunas cosas más para sacarlo. Hasta llegar a esta instancia fueron mucho pasos, con un buen material.
-Apu: Como el de cualquier banda que toca en primera.
-Pablo: Se está terminando la gráfica; creemos que todo va a estar para Semana Santa.
-Apu: De todas maneras no depende de nosotros. Lo que nos dijo Jaime es que si la compañÃa ve que sale una banda grossa con su disco nuevo, no nos van a sacar a nosotros porque nos comen crudos.
-Pablo: No todo depende de la compañÃa, también de nosotros, de nuestras prioridades y de nuestro trabajo.
-¿Cómo es llegar a la instancia de grabar un disco para un grupo del interior?
-Juan Cruz: La verdad es que hemos sorteado bastantes obstáculos porque hay bandas que hace años están haciendo carrera, o músicos de la Quebrada que no tienen esta oportunidad, no pueden grabar en sellos grandes, en los que uno tiene otro tipo de apoyo cuando sale el material. En ese sentido nosotros hemos tenido la suerte âmás allá de que hay mucho esfuerzo nuestro detrás, de ensayo, de trabajo-.
-Apu: Para mà no es tan asÃ. Yo he tocado en colectivos, Gustavo en la calle. Por ahà vos lo ves distinto porque siempre estuviste en primera al lado de tu viejo. Nosotros hemos tocado en piringundines infames.
-Juan Cruz: Yo hablo del grupo en particular. Yo también toqué en bandas de sikuris. Humahuca TrÃo viene hace seis años con Apu, con esta formación y con estas interpretaciones. En Buenos Aires hay bandas que hace 10 años están y no tienen la posibilidad de grabar.
-Pablo: También es una cuestión de trabajo y de los músicos. Si vos no hacés algo para que las cosas sucedan, no va a pasar nada.
-Apu: Igualmente, más allá de que Jaime haya sido quien acercara el material a la compañÃa âque es un beneficio para nosotros- creo que Pelo Aprile debe haber visto algo interesante en la banda. También es cierto que hay muchas bandas buenas que no tienen la posibilidad de ese nexo que acerque el material. Gracias, Jaime.
-¿Qué vio Pelo en uds.?
-Pablo: Humahuaca TrÃo tiene personalidad, muestra algo distinto. Creo que esa es la apuesta de la compañÃa. Porque la verdad es que en âla escenaâ se ven muchas figuritas repetidas.
-Juan Cruz: Es un tipo conocido en el ámbito del rock de Buenos Aires como un tipo que también se juega. La verdad es que nosotros no tenemos presencia en Buenos Aires, no movemos gente allá. Vamos a salir con un buen disco y hay que darle un aguante fuerte.
-Pablo: La propuesta no es convencional.
-Apu: Queremos agradecerles a Jaime, a Pelo a Federico Siciliano y Lelo Micucci, que son los chicos que hicieron la parte del estudio de grabación, la masterización.
-Juan Cruz: Al Pelado Cordera (La Bersuit), que grabó un tema nuestro, Dicen que indios ya no hay más.
-¿Por qué eligieron Humahuaca?
-Gustavo: Me llevó el camino. Fue el primer lugar donde llegué. Me quedé, conseguà un trabajo como maestro itinerante. Fui el primer maestro itinerante de Humahuaca, viajando por escuelas. Enseñaba plástica y música en la primaria, desde el â98. Después ya no quise viajar más y me quedé haciendo otras actividades, amasar pan y cerámica. Después viajé a San Luis pero extrañaba el cielo de Humahuaca.
-Apu: Yo tengo familia acá. Mi mamá se crió acá. Mis abuelos, con quienes me crié hasta los seis años, siempre añoraban Humahuaca. Y cuando yo tenÃa ocho años pedà un charango y dije âyo quiero Humahuacaâ. Y cuando pude me vine, hace seis años. Con Gustavo nos cruzamos en Buenos Aires cuando él se estaba yendo a San Luis y yo estaba viendo si subÃa a Humahuaca. Yo ya componÃa en Buenos Aires, pero muy aisladamente. Desde que vine no paré y me siento cómodo con lo que hago. La época más productiva fue desde que estoy viviendo acá.
-Pablo: Yo vine porque hace unos 7 meses mi mujer estaba en Francia y tenÃa ganas de venir. Y yo ya estaba cansado de Buenos Aires como ombligo de la Argentina. Además, como músico e investigador me interesa siempre incursionar en cosas nuevas. Con mi mujer habÃamos venido algunas veces de visita, su hermano ya tocaba acá. El lugar me gusta mucho. Cuando me harté de Buenos Aires me vine a hacer otra música y con la ilusión de tocar con Humahuaca TrÃo.
-Juan Cruz: Siempre estuve muy impregnado de la Quebrada, por mi viejo. Cuando se realizó el primer Tantanakui (1975), a mà me bautizaron en la iglesia de Humahuaca y eso me marcó. Después participé en ediciones de los tantanakui, aportando âcomo todos los que participan- lo que yo podÃa hacer. En el â98, cuando se inauguró la Casa del Tantanakui en Humahuaca vinimos con Aldana, aunque en ese momento no éramos pareja. Ella traÃa una exposición de Caloi, Fontanarrosa y Crist y yo hacÃa sonido. En el 2000 volvimos a hacer una experiencia de talleres por unos meses y ahà me empecé a encontrar con cosas que me movilizaron y ya hace cinco años que vivimos en Humahuaca.
-¿Cómo se conjuga la cotidianidad con el hecho de hacer música?, ¿cómo hace un músico para bancarse la rutina del laburo?
-Apu: Reniega, si bien uno no es solamente músico. Si pudiera dedicarme de lleno a la música , serÃa más feliz. Pero tengo un hospedaje y lo tengo que atender. Cuando falta alguien hay que hacer las camas, barrer, preparar el locro.
-Juan Cruz: Yo pude capacitarme en sonido para no estar lejos de la música, para que el trabajo no estuviera desligado de ese ambiente. Ahora mi trabajo es en el centro cultural y en una banda de sikuris, con chicos, haciendo docencia. Sin embargo, siempre hay cosas que se te escapan y hoy, para mantener ese centro cultural tuvimos que abrir una peña y cuando no toco juego de mozo, y cuando falta alguien en la cocina, me pongo la peluca y lavo los platos.
-Gustavo: Yo, la paso, ahÃ. Este último tiempo elegà de lleno la música. Reedité un laburo viejo, un disco solista, Borá*. Pero ahora, como viene la temporada baja, y tengo cosas por resolver, tengo un hijo, voy a volver a hacer cerámica. Están las responsabilidades que afrontar. Por otro lado, creo que es mucho más fácil resolver estas cuestiones en Humahuaca, donde hay otras presiones.
-Pablo: Toco el bajo todo el dÃa. Estoy armando de a poco un estudio para poder grabar y dejar registrada la música de la gente de la Quebrada, de esta región, para que no se tengan que ir a grabar a Salta. Con Juan Cruz tenemos el plan de que sea cada vez más profesional para poder registrar a los músicos estupendos que hay aquÃ. También trabajo en la Casa del Tantanakui. Pero lo más importante es seguir tocando y evolucionar.
-¿Se puede hablar de una concentración de músicos en la Quebrada?
-Juan Cruz: Creo que sÃ, están los conocidos y los anónimos. En Purmamarca, Tomás Lipán, Domingo RÃos; las copleras, como Barbarita Cruz. En particular en Humahuaca, más allá del maestro Ricardo Vilca y de Fortunato Ramos, hay una cantidad enorme de músicos. Y además no es casual que uno pueda compartir espacios con grupos de gente joven como Crisol de Tilcara o Chemandinga, de Purmamarca, o la Kaitaya de Humahuaca, con una idea y una vivencia más fresca del folklore. Creo que se puede hablar de un movimiento latente que está creciendo.
-Apu: Acá la música es ancestral, comunitaria. Todos se pasan los instrumentos y tocan en las bandas de sikuris, pero después hay un solo Uña Ramos o Tukuta Gordillo.
-Gustavo: Los talentos están, pero también está el trabajo que hay que hacer por detrás de eso.
-Apu: Una cosa es tocar, reproducir, y otra componer un tema. Hay doscientos pibes que agarran la guitarra y tocan Canción para mi muerte, pero hay pocos que se animan a tocar y mostrar sus propios temas.
-Pablo: Creo que hay algo que pasa en la Quebrada, algo especial. Acá todos los pibes son músicos, todos tocan.
-Juan Cruz: Creo que el paisaje, lo que es la Quebrada, condiciona y también, a lo que se suma algo asà como una estimulación temprana, enraizada en la cultura que se transmite en forma oral.
-Apu: Para mà por ahà llama la atención porque son sikus y no guitarras. Porque si vos vas a un conservatorio en Buenos Aires el dÃa que toman inscripciones, te encontrás con dos mil pibes y todos tocan. Estamos más acostumbrados a ver gente que toca la guitarra y no a charanguistas o copleros, por ejemplo.
-Ustedes todos han tocado también en Buenos Aires, ¿es diferente la relación que se establece con el público?, ¿qué engancha más al público de allá y al de acá?
-Gustavo: El público de Buenos Aires es más intelectual.
-Pablo: Yo no estoy tan de acuerdo con eso, creo que lo que la gente masivamente busca no pensar por la cantidad de problemas que tenés que afrontar.
-Apu: Por un lado, para mà también está el tema de la moda. Hay mucha gente que va a escuchar a Coplanacu porque está de moda. Y cuando escuchaban el Dúo Salteño, hace 20 años, decÃan ây estos dos llorones qué están tocandoâ. Y Coplanacu no es más que la recreación de ese dúo. Hay una corriente del folklore que está de moda, Peteco Carabajal, por ejemplo. Los estudiantes de música todos escuchan y cantan al Cuchi Leguizamón, sino están âoutâ. Y antes no le daba bola nadie. Si no fuera por Lito Nebia no tendrÃamos nada del Cuchi. A la gente que antaño despreciamos, hoy se la revaloriza. Por otro lado, lo cultural es muy fuerte. Acá la gente no acostumbra a aplaudir como en otros lados, la aprobación te la da con el silencio. Y eso sorprende y descoloca.
-Juan Cruz: La música te lleva a compartir con la gente. Tuve la suerte de acompañar a mi padre por otros lugares, de Madrid a Noruega, y siempre coincidÃs en algo. La música produce una comunicación sin barreras aunque no te puedas entender con el otro a través de un idioma. Creo cuando hay algo noble, que sale del espÃritu del intérprete, la gente lo percibe.
EL INKAPAZ
Vos que ves en la mirada del Inkapaz, la mentira hecha cayo y más, la rutina del runa.
Convencete cinco siglos pasaron ya, aprendimos la mezquindad, además de la hambruna.
Sombra soy en la noche del temporal, falluteo a la cena, heredé esta condena.
No llores más ha llegado tu Inkapaz, servime algunos chuños, o te muestro los puños.
Estribillo:
Y tus hijos usan manga corta, visera en inglés para atrás. Mi teki se burla del abuelo Juan. Y mÃ, a yo qué le importa, y yo, a mà que me importa.
Como el Keu, me sedujo el capital, ingresando en lo laboral, mal me fue en la partida.
Espejo soy de un pasado explotado, cambio, cambio un carajo, yo soy el Inkapaz.
Al final, si tuviera alguno, me hundirÃa en el tiempo a reÃr del tormento.
Pagano soy, voy pagando en el tiempo, Inkapaz y muy lento, de poder reaccionar.
HUMAHUACA DE PASADA
Sentada en Humahuaca en la feria o en la plaza con sus guaguas ofreciendo su humildad. Ya llegan los turistas, andá china vendele un hacha o una chola de choloncas al señor.
Ya entraron a la iglesia, con guÃa a la peña blanca Viltipoco, de memoria recito.
Apurate que están llegando a la Cacharpaya, apurate que están llegando hasta el FortÃn.
Apurate que están llegando a Fortunato y el guÃa flaco perdió un zapato porque le den su propina al fin, al fin.
Apurate que están llegando a Fortunato y el guÃa flaco perdió un zapato porque le den su propina al fin, al fin.
PAPACHO QUISPE
Papacho al cerro va,
ya va por la mitad,
con sus ojotas más,
con su cayo abierto.
Allà puede él hablar,
las piedras contestar,
la Pacha Mama dar,
los datos ciertos.
De los que engañan,
de los profetas,
de los que ocultan,
la historia nuestra.
Es⦠su raÃz. Es⦠mi raÃz. Es⦠tu raÃz.
Nuestra raÃz, ¡Ari⦠heeeeâ¦.!
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