Municipalidad de Jujuy Jujuy en L�nea Diario Jujuy
San Salvador de Jujuy - ARGENTINA /

Hotel Gregorio
Finca La Colorada

Hotel Gregorio

 

 

Pedro Raúl Noro

Sobre Jujuy y los desórdenes sociales

      En distintas notas de El Ojo de la Tormenta, La Revista, mi amigo, Ernesto Altea, plantea la dialéctica entre un Jujuy, el de la buena gente que vive del trabajo “y no se sienta a esperar soluciones milagrosas y siembra esperanzas mediante acciones concretas, trabajo genuino, movilización de dinero en la plaza local, aportes constructivos -ejemplo, Shopping Annuar- y otro Jujuy, el del odio y la intolerancia, del desorden, de los “patoteros pertenecientes a las organizaciones sociales” que se mueven con “practicas violentas que ejercen el poder mediante el miedo y traen a la memoria otras épocas cuando las fracturas de la sociedad llevaron a la argentina a una guerra interna cuyas consecuencias aùn sufrimos (SIC)…” etc. etc. etc…

     Tal planteo -y pido licencia, al amigo Ernesto por lo que voy a decir- me parece reduccionista, tendencioso, limitado, injusto y poco veraz, ya que recrea un conocido slogan de un sector de los jujeños que se ha impuesto poco a poco en parte del imaginario colectivo a través de los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos, con la complicidad de la burguesía local dueña de esos medios que, obviamente, participan de ese planteo.

      Es que tal opinión no va “al hueso” del problema. Recordemos un poco la historia. Esa opinión de la burguesía nació hace unos 240 años en la derecha de la Asamblea Nacional de la Revolución Francesa, que –en el fragor de la locura colectiva-,  guillotinaba, violaba, ultrajaba, denostaba y liquidaba hasta los mas elementales razones (para no decir la vida) a fin de consolidar, paradójicamente, tales derechos personalísimos de los individuos, comenzando por la propiedad individual, con el slogan de “libertad, igualdad, fraternidad….”

      Dicho en otros términos, la Revolución Francesa, a sangre y fuego y a través de un bárbaro y compulsivo “terror”, impuso en el mundo el pensamiento de un sector de la actual burguesía que ahora, en Jujuy, se asombra de algunos desórdenes sociales menores (derivados de una profunda situación de injusticia) que son nada, repito: nada, en comparación con aquellos acontecimientos. ¿O acaso no tenemos memoria? Y todavía no hemos hablado de los cruentos acontecimientos de la revolución rusa, china o mejicana donde se intentaron establecer y consolidar los derechos del sujeto colectivo.

      Porque aquí no hay que insistir con planteos reduccionistas y falsos sino decir la verdad de los hechos: 

      Ernesto, la verdad es que he visto a “esos patoteros” (hombres y mujeres organizados) trabajar hasta 14 y 15 horas del día en cooperativas donde se levantaron ya mas de 4.000 viviendas; 
-he visto a esos patoteros, huérfanos de educación y cultura, construir, orgullosos, un colegio para que ellos mismos, sus hijos o sus padres, puedan acceder a la terminalidad educativa primaria y secundaria (y ahora, terciaria) que les fue negada, ya que fueron expulsados del sistema educativo;
-he visto a esos patoteros aportar peso por peso para gozar de un tomógrafo, una pileta climatizada y consultorios para implantes dentales gratuitos;
-he visto a “esos patoteros” (a su vez hijos de desocupados) dejar de robar en las esquinas intentando conseguir un trabajo en las cooperativas que les permitiera tener una familia digna que pudiera ocupar una vivienda digna dentro de un horizonte de previsibilidad normal y digna;
-he visto a “esos patoteros” construyendo 18 piletas de natación y un parque acuático increíble, para que ellos y sus hijos (antes desclasados y excluídos) puedan gozar de un límpido chapuzón en los veranos, lejos de los ríos contaminados por las industrias de las burguesía;
-he visto a “esos patoteros” construir un Centro de Rehabilitaciòn Integral para Discapacitados, para la atención gratuita de chicos pobres e indigentes que nunca aparecen en los diarios ni en la  televisión pero que existen ocultos, a veces por vergüenza, en hogares misérrimos;
-he visto a “esos patoteros” construir cinco fábricas donde trabajan en tres turnos para el engrandecimiento del Jujuy productivo…
-y tengo decenas de ejemplos más del esfuerzo de “esos patoteros” que, con sus sueldos, movilizan mensualmente el mercado interno jujeño y ayudan silenciosamente a supermercados, corralones, comercios, almacenes, librerías y servicios de todo tipo,  sin ningún tipo de reconocimiento…

            He visto asimismo a esos patoteros cortar calles, quemar gomas y, alguna vez, también, he visto (a muy pocos de ellos), tirar huevos a los mentirosos de siempre que, con sus acciones, fueron y son directamente o indirectamente responsables de un sistema que ha dado como resultado que esos chicos sigan siendo callejeros sin trabajo, maleducados sin alfabetización, segregados, enfermos, excluidos, discriminados o asaltantes en potencia, sin futuro ni salida…

-¡Ahora, gracias a los Dioses Andinos y las cooperativas, han recuperado la cultura del trabajo!

      A lo mejor usted dirá pero las cooperativas reciben subsidios de la nación…y yo le diré si, el mismo tipo de subsidio que recibió y recibe de la provincia el señor Annuar Jorge (con todo el respeto que me merece), para terminar su Shopping en pago de publicidad estatal y destinado no a miles de cooperativistas para paliar la desocupación sin para engrandecer a Jujuy con un edificio monumental de su propiedad ¿No es cierto?  Y qué podemos decir de un reciente juicio millonario que ha beneficiado, individualmente, a un respetado dueño de un conocido multimedio?

      Y en cuanto a los huevos, querido Ernesto, esos chicos no han tenido una familia que les haya enseñado a disentir con buenos modales o bailar el minué, no han tenido una educación como la suya o la mía, no provienen de colegios religiosos ni del nacional nº1, entonces la justa evaluación de tales acciones es tan relativa como la realidad misma…

      Así que, amigo Ernesto, la verdad es que los problemas de convivencia dentro de una comunidad, sea jujeña o de cualquier país civilizado, son una cuestión muy compleja, tiene causas socio-económicas (y hasta culturales) profundas que no son fáciles de catalogar ni separar en dialécticas inadecuadas y slogans que tienden a dividir a las sociedades y crear mas odios y diferencias que las ya existentes y que, francamente, no fueron provocadas por “esos patoteros”.

      Kush decía que los pueblos originarios (y sus descendientes de piel oscura) vivían en una suerte de “Estar” en la espera. Hoy el ciclo ha cambiado; para decirlo filosóficamente, los chicos de piel oscura -descendientes de aquellos pueblos originarios- quieren vivir, sin obstáculos, en el “Ser” de su plena manifestación existencial.






espacio del lector
Nombre/seudónimo*
Edad * años
E-mail *
Comentario *
 
IMPORTANTE: Está terminantemente prohibido incluir agravios, calumnias, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o cualquier comentario discriminatorio. Recordamos que no se publicarán comentarios que no respeten las reglas.


·
·
·

Copyright © 2008 El Ojo de la Tormenta - Reservados todos los derechos.

Lavalle 261, Oficina 5—Bº Centro - San Salvador de Jujuy (4600) - Jujuy - Argentina.
Teléfono: 0388-4235343 / Fax: 0388-4235343 - Correo: info@elojojujuy.com.ar

.   .